Neymar insultó al árbitro
La estrella, que puede perderse lo que resta de torneo por una sanción de cuatro partidos, llamó "hijo de puta" al colegiado chileno tras el partido ante Colombia, según la Conmebol
El miércoles por la noche, segundos después del balonazo a Armero, James Rodríguez tomó a Neymar por los hombros y le apartó de la escena: “No se puede ganar siempre, tranquilo…”, le dijo su rival madridista, otra de las estrellas del fútbol latinoamericano. Por desgracia, el crack del Barcelona no logró calmarse y alargó su momento de enajenación lo suficiente como para despedirse de un torneo en el que nadie hasta ahora, ni siquiera Leo Messi, ha brillado como hizo él en su primer partido. Es innegable que las dos amarillas recibidas contra Perú y Colombia eran rigurosas (hasta cómicas en el caso de la primera, por retirar un exceso de espuma antes de sacar una falta), y puede comprenderse su enfado porque “le dieron más de 20 patadas y nadie fue amonestado”, como ha afirmado su entrenador. Pero la desaparición del joven capitán de la selección ha atribulado a Brasil. “Está actuando de manera muy agresiva y eso no se puede aceptar”, dijo ayer Ronaldo Nazario da Lima sobre Neymar, que llamó “hijo de puta” al árbitro chileno Enrique Osses en el túnel de vestuarios tras ser expulsado.
Brasil confiaba ciegamente en que el eufórico triunfador aterrizado en un avión privado (con sus iniciales) tras la final de la Champions hace diez días le llevaría la redención deportiva. Aunque la federación brasileña va a recurrir la sanción de cuatro partidos (con pocas esperanzas de éxito), Neymar Jr. no sabe si abandonar o no la concentración: una situación análoga a la del Mundial, cuando la fractura de la vértebra también le apartó del equipo y amagó varias veces. El mejor jugador de Brasil parece superado por las circunstancias. Dunga dijo ayer: “Necesitamos hombres que tomen decisiones, aunque se equivoquen, y no a niños que no lo hagan”. La federación tiene previsto argumentar que uno de los jueces de línea provocó al delantero diciendo que fingía algunas faltas. El seleccionador, en todo caso, sufre una grave decepción tras haber apostado por la capitanía del joven astro culé en septiembre: la semana pasada afirmó incluso que Neymar estaba “dando una respuesta buenísima como capitán”.
Lo más importante, sin embargo, ya no es Neymar. “Ahora tenemos que encontrar soluciones para el equipo sin él”, reconoció ayer el entrenador. La derrota contra Colombia deja a Brasil a un solo partido de quedar eliminado en primera ronda (sólo hay un antecedente: 1987) y completar un año trágico en su historia futbolística. La Canarinha se aferrará a Philippe Coutinho, que mostró en el segundo tiempo contra Colombia voluntad de querer jugar bien a la pelota. Esta semana el destacado periodista brasileño Juca Kfouri escribía que Brasil nunca ha dependido tanto de un jugador en su historia como de Neymar. Es el hombre que resuelve los partidos y el que le conecta con su personalidad. Lamentablemente, aún deberá aprender a ser su capitán.
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