Benítez llega al Real Madrid preso de la urgencia
El nuevo técnico del Madrid asume que no le contratan para un proyecto a largo plazo, sino para resolver asuntos inmediatos. Los fichajes siguen siendo competencia de la directiva
Rafa Benítez atravesaba uno de los momentos más áridos de su carrera como entrenador cuando le llamó su agente, Manuel García Quilón, hace unos días. El representante le anunció que el Real Madrid quería ficharle. Al técnico madrileño le costó trabajo salir de la incredulidad. Sus dos temporadas en el Nápoles estaban concluyendo de mala manera. Sin más título que la Copa de 2014, fuera de los puestos de Champions, enfrentado a los pesos pesados de la plantilla, y con el dueño del club, Aurelio de Laurentis, resuelto a no renovarle el contrato. Parecía mentira que le llamase el Madrid. Pero era cierto. Ayer, cuando el presidente Florentino Pérez le presentó en el Bernabéu, no pudo reprimir las lágrimas.
El hombre que salió al estrado del palco de Chamartín se parecía poco al líder altivo, rubicundo y tajante, de su ciclo en el Liverpool. Aquél era un mánager de quien dependían los salarios, los fichajes y los traspasos de una de las instituciones más prestigiosas del mundo. Un gestor obsesionado por controlar cada incidente administrativo. El Benítez que firmó su contrato madridista, con 55 años, ha rebajado su perfil hasta recordar a un simple empleado que acepta trabajar con los jugadores que le venden y le compran como quien obedece órdenes.
“Llevo muchos años en el fútbol, con experiencia en distintas estructuras”, admitió. “Yo vengo aquí a ser entrenador, a estar a disposición del club, a trabajar con toda la ilusión del mundo con la plantilla que tenga”.
El técnico ve semejanzas entre la propuesta de Florentino y la llamada de Abramovich en 2010
El cartel exitoso de Benítez se marchita, aproximadamente, desde su última temporada en el Liverpool, la 2009-2010. Su paso por el Inter, el Chelsea y el Nápoles, dejó un rastro de frustración a pesar de los títulos ocasionales. La mejor oferta que había recibido en las últimas semanas provenía del West Ham. Así es que, cuando le llamaron los heraldos de Florentino Pérez, no dudó en aceptar el reto.
Los contactos con su amigo José Ángel Sánchez, el director general corporativo madridista, lo mismo que su intercambio con Florentino Pérez, la semana pasada, le resultaron más bien fríos. Dicen sus amigos que el clima que Benítez percibió fue de provisionalidad. En sus más de 20 años de recorrido por clubes de media Europa ha aprendido a distinguir cuándo los directivos confían plenamente en el proyecto y cuándo le contratan como mero recurso para salir de una mala coyuntura. En eso, lo más parecido a su fichaje por el Madrid fue la llamada de Roman Abramovich para que se hiciera cargo del Chelsea en 2012.
Periplo internacional
Desde que saliese de La Fábrica, Benítez ha dirigido nueve equipos, cinco españoles y cuatro extranjeros. Su balance ha sido de 475 victorias, 229 empates y 236 derrotas. Su mejor promedio fue en el Chelsea, con 28 victorias en 48 partidos (un 58,33 %).
Es, junto al alemán Udo Lattek, el único técnico que ha ganado títulos europeos con tres equipos distintos -el Valencia (una Liga Europa), Liverpool (Champions y Supercopa) y Chelsea (una Liga Europa )-. Con el Inter consiguió un Mundial de Clubes. Lattek lo logró en el Barça, Bayern y Mönchengladbach
La oferta del Madrid nunca abarcó más potestades que la de mero entrenador y alineador por tres temporadas. Nada de dirigir la cantera. Nada de decidir altas y bajas: eso es cosa del presidente y sus asesores. Benítez aceptó porque entendió que es mejor alinear a Cristiano, Kroos y Ramos, que ejercer de mánager en el West Ham. En el club aseguran que jamás puso condiciones. No pidió más poder. Solo asintió.
Benítez acepta el reto con espíritu aventurero. Probará suerte. En el peor de los casos, considera que se irá en mejor situación que al dejar Nápoles. Es consciente de que cuenta con el respaldo de José Ángel Sánchez pero que Florentino Pérez le contempla con reparos. Sabe que no le ampara un plan a largo plazo. Accede a entrar en una dinámica frenética que solo admite el triunfo inmediato. “En el Liverpool me contrataron con un margen de tres años para empezar a competir”, dijo. “Me lo advirtió el director deportivo: ‘Tienes tres años para ver si ganamos algo’. Aquí no. Aquí hay que intentar ganar desde el primer momento”.
"El Liverpool me concedió tres años para empezar a competir. Aquí hay que ganar ya"
Las condiciones no son las que soñó. Entre su gente de confianza incluso emplea un tono pesimista, o pragmático, para describir la empresa que tiene entre manos. Pero también sabe que con su conocimiento y los maravillosos futbolistas que tendrá a su disposición, le bastará con minimizar los inevitables errores para tener posibilidades de triunfo. “La experiencia no es lo que nos pasa sino lo que hacemos con lo que nos pasa”, reflexionó. “Cada año tomo muchas notas. Nos reunimos con mis ayudantes y analizamos lo que hemos hecho bien y mal. Metemos la información en la batidora y sacamos conclusiones. Creo que si cometemos pocos errores y acertamos suficientes veces, con la calidad de estos jugadores, vamos a tener éxito”.
El equipo de colaboradores de Benítez estará compuesto por dos ayudantes de campo, Fabio Pecchia (exjugador del Juventus) y Antonio Gómez (ex jugador del Madrid); el preparador de porteros Xavi Valero; el preparador físico, Paco de Miguel; y el ojeador Pedro Campos.
“Me gusta intercambiar ideas con mis futbolistas”
Florentino Pérez le pidió pocas cosas a Rafa Benítez. Una de ellas es que procure que su equipo gane jugando bien. Parece una obviedad pero el presidente del Madrid, que se siente obligado a velar por el buen gusto de sus técnicos, sospecha del efecto pernicioso que pueda tener la tendencia conservadora, o mecanicista, de Benítez, en una plantilla plagada de futbolistas creativos.
Le preguntaron a Benítez por el sistema de juego y se mostró flexible. “Más que hablar de sistemas me gusta hablar de ideas de juego”, dijo. “Los futbolistas deben saber interpretar lo que tienen delante y actuar en consecuencia. Al margen del dibujo táctico lo importante es la idea. Aquí la idea es atacar y ganar”.
“Me gusta intercambiar ideas con mis futbolistas”, añadió, sobre su manejo del vestuario; “y a partir de ahí intentar llegar a los objetivos de una manera o de otra. Si tienes futbolistas que piensan de una manera y si crees que es adecuada seguimos ese camino, y si no charlamos para buscar otro camino”.
“Esta es la plantilla de más calidad que he tenido”, dijo. “No es lo mismo tener estos jugadores que los jugadores de otros equipos en los que he trabajado. Te tienes que adaptar a nivel de sistema y, sobre todo, mantener una actitud ofensiva procurando el equilibrio en defensa”.
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