El derbi que no quiere Simeone

El partido con el Málaga, discurrió por los derroteros que Diego Pablo Simeone tratará de evitar el martes ante el Madrid. Le contrarió al técnico argentino que su equipo concediera “un correcalles que no nos convenía”. El Málaga rompió la primera línea de presión adelantada del Atlético jugando al espacio. Eso propició las carreras con mucho campo por delante de Amrabat, Samuel, Samu Castillejo y Juanmi que convirtieron el partido en una ida y vuelta que Simeone tratará de evitar en el Calderón. La primera premisa del Atlético será que ni Benzema, ni Cristiano ni Bale encuentren ese tipo de partido a dos porterías. Para que esto no sucede Simeone insiste en finalizar las jugadas de ataque y en el ajuste de las coberturas cuando el equipo juegue en campo contrario y pierda el balón. No quiere un derbi a pecho descubierto y busca un partido muy táctico y de poco juego corrido.

Cambios en defensa y en la portería desde el 4-0 de la Liga

Desde el 4-0 que el Atlético le endosó al Madrid en el derbi liguero, el once ha sufrido variaciones sensibles en la defensa. Unas están asentadas y otra no tanto. La lesión de Moyá en el partido de vuelta ante el Leverkusen ha dado paso a Oblak. El esloveno se ha ganado la continuidad en la tanda de penaltis ante los alemanes y con dos paradas que definen a los metas de los grandes equipos. Ante el Córdoba y la Real sociedad, ejecutó dos vuelos espectaculares en las únicas ocasiones en las que estuvo exigido de verdad. El otro cambio importante se ha dado en el lateral izquierdo. Gámez ha pasado por delante de Siqueira y Ansaldi apoyado en una mayor estabilidad defensiva y en su potente saque de banda, convertido en otra arma a balón parado.

Estabilidad atrás a prueba

El Atlético no pierde un partido desde que fue derrotado por el Leverkusen (1-0) en Alemania, desde entonces ha ganado cuatro partidos y ha empatado otros tantos. El Málaga rompió el sábado esa sensación de haber recuperado la estabilidad defensiva después de cuatro partidos consecutivos sin encajar un gol. “Contra el Madrid no cometeremos los errores de Málaga”, asegura Miranda. Lo normal es que por jerarquía jueguen Godín y Miranda, pero al brasileño le amenaza Giménez, que cuestiona en cada partido que Simeone no acabe de darle la titularidad definitiva.

Koke como motor y asistente a balón parado

Desde que se recuperó de la rotura que sufrió en el derbi liguero Koke ha irrumpido en el equipo con más galones que nunca. Se ha adueñado del balón y de la construcción del juego. Aparece por todo el centro del campo. Ahora mismo es el centrocampista más fiable con el que cuenta Simeone para tratar de ganar la batalla del centro del campo al Madrid. Tiago no acaba de alcanzar el rendimiento de la primera mitad del curso y la ascendencia de Gabi sobre los partidos sigue cuesta abajo. Simeone no acaba de confiar en Mario pese a que su rendimiento ha sido superior al de Gabi.

Arda, los derbis y la Champions

Cuentan el club que cuando Arda ve las estrellas de la Champions o al Madrid su motivación se duplica. Jugando de inicio o entrando para dormir los partidos ha sido un dolor de cabeza para el equipo de Ancelotti, que no ha encontrado como desactivarle. Su manera de interpretar el juego, protegiendo el balón hasta lograr una pared o un desborde ha desquiciado a la defensa y al centro del campo del Madrid.

Determinante Griezmann, fríos Mandzukic y Torres

En un equipo con Mandzukic y Fernando Torres, Griezmann se ha destapado como el gran goleador. Lleva 21 tantos (18 en Liga), ha superado al croata, y casi todo lo que sucede en ataque pasa por sus piernas. Está rápido, desequilibrante y fino en la definición. Todo apunta a que su compañero de ataque será Mandzukic, recuperado ya de su lesión de tobillo. En el 4-0 de Liga fue determinante, pero ese día no estaban ni Ramos ni Pepe. Mandzukic estuvo listo para caer a las bandas y dejar el pasillo central a Griezmann para contragolpear y Simeone apunta a repetir ese movimiento.