Firme Villarreal
Los de Marcelino, solventes en defensa, abrazan la victoria ante un ambicioso Granada
Pocas tardes tan agrias vivió El Madrigal en este curso, como se lo hizo pasar el Granada de Abel Resino. Y aún así, en una de sus peores versiones, el Villarreal consiguió su propósito de victoria mientras sueña con su pase a la final de la Copa. La buena costumbre de marcar en todos los partidos (solo ha dejado de hacerlo en dos ocasiones en 34 encuentros entre todas las competiciones) del equipo de Marcelino, unido a su solvencia defensiva (encadena cinco encuentros seguidos sin encajar un gol en su estadio), le reportó al Villarreal una nueva victoria, la sexta consecutiva en casa que le mantiene en lo alto. Vendió cara la derrota el Granada, mejorado con Abel Resino que, sin embargo, no haya la pócima para solventar la rémora de la falta de gol que le condena.
Pensando en el Barça y en el encuentro de Copa del próximo miércoles, Marcelino introdujo seis cambios en la alineación con respecto al once que se enfrentó al equipo de Luis Enrique en el Camp Nou en Liga. No pierde prestaciones el Villarreal que, al ritmo que marca Bruno, sigue intenso, con ánimo y buen pie juegue quien juegue. Si no tuvo una tarde plácida fue debido al buen hacer del Granada que nunca perdió la cara al partido. Pocos equipos regulan los esfuerzos como el Villarreal. Marcelino cuenta para ello con mucho talento en su plantilla. Como Gerard Moreno, un delantero inagotable en el esfuerzo, con gran capacidad para el desmarque y para el remate. Ante el Granada asistió primero en el gol de Musacchio que abría el cielo para el Villarreal, y cerró finalmente el encuentro acompañando la carrera y la generosidad de Cheryshev. La novena asistencia del ruso que dispuso de la última media hora.
Villarreal, 2-Granada, 0
Villarreal: Asenjo; Rukavina, Musacchio, Dorado, Jaume Costa; Campbell (Cheryshev, m. 61), Trigueros (Jonathan dos Santos, m. 67), Bruno, Moi Gómez; Uche (Giovani, m. 72) y Gerard Moreno. No utilizados: Juan Carlos; Mario, Víctor Ruiz y Vietto.
Granada: Oier; Nyon, Mainz, Babin, Insúa; Rubén Pérez, Fran Rico; Robert Ibáñez (Candeias, m. 46), Piti, Lass (Colunga, m. 76); y Córdoba. No utilizados: Dimitrievski; Javi Márquez, Iturra, Cala y Foulquier.
Goles: 1-0. M. 30. Musacchio; 2-0. M. 92. Gerard Moreno.
Árbitro: Undiano Mallenco. Amonestó a Dorado, Rubén Pérez y Jonathan dos Santos.
Unos 15.000 espectadores en El Madrigal.
Uche, Moi Gómez y Gerard Moreno dieron los primeros avisos a Oier de que debía de estar bien despierto ante lo que se le avecinaba si el sistema defensivo del Granada no aplacaba con destreza y seguridad la ambición ofensiva amarilla. Aguardaba el Granada, incapaz en el primer acto de dar respuesta al Villarreal cuando se organizaba en defensa, solvente en torno Asenjo como habitúa. Un par de contragolpes conseguidos, organizados a partir de la velocidad de Lass, tras sendos ataques masivos amarillos, fue todo el botín logrado por el equipo de Abel Resino para dar alguna preocupación al equipo conjunto castellonense en los primeros 45 minutos.
La paciencia es otra de las virtudes del Villarreal. Sabe esperar su momento. Partiendo desde del centro, el juego tiene su continuidad en las bandas, por donde acelera para concluir de nuevo con un envío al corazón del área en busca de los rematadores de referencia, en este Uche o Gerard Moreno, o los que llegan desde la segunda línea, Trigueros o Bruno. El capitán amarillo ha ido paulatinamente en su carrera dando pasos adelante, acercándose al área contraria.
Los recursos del grupo de Marcelino son ilimitados. También en la estrategia. Avispado anduvo Bruno para poner el esférico en marcha tras una falta, picando el esférico por encima de dos defensores nazarís, atendiendo al desmarque de Gerard Moreno. Ante la oposición de Nyon, se revolvió el delantero catalán con maestría y su centro fue desviado a gol por Musacchio presente en el área granadina. La recuperación del central argentino es otra gran noticia para el Villarreal que posee ya dos tercios de sus derechos al comprar el 33% de su pase al River Plate, su club de origen, mientras negocia con el representante del jugador, Marcelo Lombilla, la totalidad de la propiedad del mismo.
Todo cambió en la segunda mitad. Primeramente a base de faltas laterales, cercanas o lejanas, y después a través del juego, el Granada amentó su presencia en las cercanías de Asenjo. Creció el conjunto de Abel Resino en intención, lo que aconsejó al Villarreal a replegarse ante el dominio del Granada convencido de que el empate era una posibilidad más que real ante lo que acontecía en el terreno de juego, superado el conjunto amarillo que solventaba con apuros las acometidas nazarís. Al Granada solo le faltó el gol para refrendar su propuesta. Con agonía final, el Villarreal supo resguardar un resultado que le mantiene firme.
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