Un elefante en pleno ‘sprint’
El accionista chino posee Wanda, una inmobiliaria que factura 20.000 millones
Wang Jian Lin describe su empresa Wanda Group con una poética metáfora: “Es un elefante haciendo un sprint”. El magnate chino que acaba de hacerse con un 20% del Atleti conduce una compañía con ingresos superiores a los 20.000 millones de euros (y más de medio millón de trabajadores) pero la maneja con agilidad y rapidez. La misma con la que tomó la decisión de comprarse el año pasado el Edificio España de Madrid por 265 millones de euros. Se lo enseñó Enrique Cerezo tras una cena y lo decidió allí mismo, a los pies del rascacielos.
No es la única conexión futbolera de Wang, que en los noventa trató de montar el primer club profesional en China, pero salió escaldado de la corrupción reinante. También fue su dinero el que estuvo detrás de la contratación de Camacho como entrenador de la selección china. Ahora Wang sueña con crear una cantera nacional a través del Proyecto Wanda, un acuerdo por el que tiene becados a 60 niños chinos en las academias de fútbol del Valencia, el Villareal y, sorpresa, el Atlético de Madrid.
El fútbol es la pasión de Wang (junto al arte, la caligrafía china y el karaoke), pero su imperio está construido con ladrillo. El mayor de cinco hermanos hijos de un soldado del Ejército Rojo, se crio pobre en una remota zona de Szenchuan. Él mismo se alistó a los 16 años, y pasó otros 16 en el ejército. Quería ser general, pero acabó de funcionario. A finales de los ochenta, se hizo con una inmobiliaria en quiebra. Siguiendo el lento aperturismo del país fue proveyendo a las clases medias de lo que necesitaban: apartamentos, oficinas... Luego, centros comerciales, cines, ocio, turismo… Hoy Wanda Group es la mayor propietaria de suelo de China. Tiene 98 centros comerciales, 60 hoteles de cinco estrellas, 84 karaokes (en los que una de las canciones la canta el jefe), parques temáticos, estudios de cine, medios de comunicación y 1.247 cines, ya que en 2012 adquirió la cadena estadounidense AMC.
Wanda lleva varios años saltando la frontera china para invertir en el extranjero. Un hotel de lujo a orillas del Támesis en Londres, varias propiedades turísticas en la costa australiana, un rascacielos de 89 pisos en Chicago… “Sabe lo que quiere” y “quiere ser el número uno”, dicen de Wang varias fuentes con las que tuvo contacto durante su viaje exprés a España del 8 al 12 de marzo de 2014, apenas tres días en los que compró el Edificio España. También cuentan que Florentino Pérez le ofreció poner su nombre al Bernabéu por un puñado de millones, pero no cuajó. Al final, Cerezo tuvo mejor suerte.
El año pasado Wang, de 59 años, el nuevo accionista del Atleti, era el hombre más rico de China, según Forbes. Este año ha caído hasta el cuarto puesto, adelantado por los magnates de internet (Alibaba, Baidu, Tencent). Sin embargo, no hay duda de que Wang es un buen fichaje, su fortuna personal se calcula en unos 13.200 millones y su empresa crece al 30% desde hace nueve años. Un elefante con mucha prisa.
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