Primera prueba anti-Frente

Dos semanas después de la reyerta mortal entre hinchas violentos del Atlético y del Deportivo, saldada con la muerte del ultra del conjunto gallego Francisco Javier Romero Taboada, el estadio Vicente Calderón acogerá mañana un partido marcado por las fuertes medidas de seguridad. Declarado el Atlético-Villarreal de alto riesgo por la Comisión de Antiviolencia, este será el primer encuentro desde que el club rojiblanco anunciara la expulsión del Frente Atlético como peña oficial de la entidad. Un despliegue de 740 efectivos, entre policías, vigilantes de seguridad y servicios de emergencia velarán por la seguridad antes, durante y después del partido.

Se vetará el acceso al Calderón

Será la primera prueba para medir la eficacia de las medidas tomadas contra los ultras rojiblancos, que mostraron sus símbolos e hicieron el saludo fascista en el partido ante la Juve en Turín. El club, a través de un comunicado, anunció ayer que no se permitirá la entrada al partido a personas que porten distintivos o hagan cualquier alusión al Frente Atlético o inciten a la violencia. “No se permitirá el acceso al estadio con pancartas o banderas representativas del Frente Atlético, así como con cualquier otro elemento que contenga símbolos prohibidos por la Ley del Deporte o leyendas de carácter político, racista o xenófobo, o lemas que inciten a la violencia o atenten contra la dignidad de las personas físicas o jurídicas”, rezaba el comunicado.

El club también ha enviado a los socios de la Grada Joven un recordatorio para que se presenten en los accesos con el DNI y el abono así como la recomendación de anticipar la llegada al estadio antes de la apertura de puertas, prevista a las 17:30.

El conjunto rojiblanco anunció que estas “medidas especiales de seguridad” fueron acordadas el jueves con la Delegación de Gobierno de Madrid. “Con ellas se pretende garantizar el normal desarrollo del encuentro, así como reforzar los controles para identificar, y posteriormente expulsar, a todos aquellos que, bien sea amparándose en la actuación colectiva de un grupo o peña o bien de manera individual, utilicen el nombre del Atlético de Madrid, sus colores o sus instalaciones para defender fines o ideas políticas, racistas o xenófobas, así como para hacer apología de la violencia”, abunda el comunicado.

El club ha pedido a los socios de la Grada Joven que vayan antes y con el DNI

El partido de mañana es previo a la aprobación de la batería de medidas para erradicar a los ultras anunciada por el Consejo Superior de Deportes (CSD), la Federación Española de Fútbol y la Liga de Fútbol Profesional. Estas dos últimas aprobarán el lunes la modificación de sus estatutos —en el caso de la FEF de su código disciplinario— para que tenga cabida la medida en la que se tienen puestas más esperanzas para acabar con los violentos: el cierre parcial de las gradas por violencia verbal. En este apartado, entre la modificación de los estatutos federativos existirá la obligación por parte de los informadores de la Liga de reflejar en las actas los insultos o cánticos indeseables. También se incluirá una tipificación más concreta de hechos que puedan derivar en sanción y una gradación de las sanciones correspondientes en las que desde el CSD se apela al “sentido común y a la proporcionalidad”.

Una vez aprobados por la FEF y la LFP esos cambios, el martes se reunirá la comisión directiva del CSD y la nueva normativa entrará en vigor con el fin de erradicar la violencia ultra de los estadios del fútbol español. Para ello, Antiviolencia ha solicitado al fiscal que forma parte de la comisión que analice la posibilidad de enviar a la Liga los nombres de las personas sancionadas con la prohibición de entrar a los estadios para que todos los clubes tengan esa información.