Isco y Jesé dan lustre a la racha
El malagueño gestiona la victoria ante el Cornellà y asiste al canterano, que corona con un gol su vuelta al fútbol tras ocho meses lesionado
Las eliminatorias a doble partido de la Copa acabaron con el mito de David y Goliat para instaurar el cuento de Cenicienta. Los jugadores del Cornellà asistieron como invitados de excepción al baile de Isco en Palacio y, entre la lógica y la inercia, volvieron a salir goleados por el Madrid. Se hicieron la foto de sus vidas en el Bernabéu y dispusieron de un penalti a los 13 minutos para adelantarse en el marcador y haber fanfarroneado con una remontada utópica, pero a Boniquet le temblaron las piernas. Mandó el balón por encima del larguero, convirtió la carroza de su equipo en calabaza y dio paso a otra fiesta del conjunto de Ancelotti. La 17ª consecutiva, que prolonga la mejor secuencia de la historia del club.
R. MADRID, 5-CORNELLÀ, 0
R. Madrid: Pacheco; Arbeloa, Varane (Llorente, m. 46), Nacho, Coentrao; Medrán, Khedira (Jesé, m. 56), Illarra; Isco, James Rodríguez (Javi Muñoz, m. 63) y Chicharito. No utilizados: Keylor Navas (p) y Carvajal.
Cornellà: Iñigo Alberto; Pere, Borja López, Pelegrí, Israel; Gaudioso (Joaquín, m. 56), Sergio Gómez, David García, Boniquet; Óscar Muñoz (Trujillo, m. 56) y Álex Gallar (Pep Caballé, m. 69). No utilizados: Segovia (p) y Dani Martí.
Goles: 1-0. M. 16. James. 2-0. M. 32. Isco. 3-0. M. 34. James. 4-0. M. 60. Borja López (pp). 5-0. M. 77. Jesé.
Árbitro: José Luis González González. Amonestó a Illarramendi y Javi Muñoz.
Estadio Santiago Bernabéu. Unos 60.000 espectadores.
El técnico italiano dejó fuera de la convocatoria a Casillas, Ramos, Pepe, Marcelo, Kroos, Bale, Benzema y Cristiano. Sólo con el 1-4 de la ida y un rival modesto enfrente encontró un hueco en el calendario para dar descanso a gran parte de sus intocables, sobre todo al mediocentro alemán, arquitecto de la racha victoriosa y el más exigido de los blancos. Desde que comenzara la pasada temporada con el Bayern, Kroos sólo ha tenido un mes de descanso, el que le concedió en enero el parón de la Bundesliga, y 15 días en verano tras alzar la copa del mundo. En su expediente, 88 partidos en poco más de 13 meses y en sus piernas más minutos que nadie este curso en el Madrid (1.633). No paró en cambio Isco, inamovible en el once de Ancelotti en los últimos dos meses desde que encontrara una rendija por la lesión de Bale. El malagueño acumula ya 15 encuentros en 50 días, 14 de ellos como titular, y colecciona galones a golpe de aplicación, inventiva y despliegue. Fue, junto a James, el único de la alineación de campanillas tuvo faena y desde el comienzo acaparó el balón, las maniobras en la media punta, las jugadas a balón parado y las ovaciones de la parroquia. Sus botas naranjas fueron, con las del canterano Álvaro Medrán, las más inquietas, dinámicas e incisivas del Madrid en los primeros minutos y su talento resolvió el choque en un santiamén. Se ventiló al rival con tres genialidades y la determinación del que se sabe en estado de gracia.
Primero, asistió a James para que el colombiano abriera el marcador con una sutil vaselina ante Íñigo. Después, los mismos protagonistas se intercambiaron la gentileza y el malagueño culminó una carrera de cuarenta metros embocando el segundo. Y, más tarde, inició una carambola a tres bandas que, tras una lustrosa espuela de Chicharito, volvió a rematar James. Se jugó cuándo, cómo y a lo que quiso Isco, que gobernó el partido de principio a fin.
Acostumbrados a jugar sin anclas, el talento de los menudos convirtió en un trámite funcionarial el trabajo de Illarra y Khedira en el círculo central. Sin presión por parte del Cornellà, la pareja apenas tuvo que limitarse a ejecutar un lote de entregas pragmáticas para agilizar los trámites del ataque. Con el 3-0, el segundo tiempo se convirtió en una oportunidad para que Ancelotti siguiera dando la alternativa a más Pavones de Zidane, como Diego Llorente y Javi Muñoz –con ellos ya son cinco los canteranos que han debutado con el italiano-, para certificar la efectividad de Chicharito, protagonista del cuarto gol anotado por Borja de rebote, y para oficializar el regreso de Jesé, 258 días después de su grave lesión de ligamentos en la rodilla derecha. El canario saltó al césped en el minuto 56 en sustitución de Khedira (grogui tras un golpe en el mentón y que pasó la noche en observación en una clínica tras sufrir una conmoción cerebral) y la bienvenida no pudo ser más calurosa. Isco le había reservado su último regalo de la noche. El pase que le permitió cantar gol ocho meses después.
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