El factor Gasol
Tengo que admitir una cosa bochornosa. Cuando estaba pensando qué quería escribir en este espacio, se me ocurrió que ya iba siendo hora de que dedicase un artículo a uno de los Gasol. Sé quién me da de comer. Entiendo que, en parte, la razón de que tenga este trabajo es la presencia de jugadores españoles en la NBA.
Sin embargo, no quería hacer pasar a la fuerza un sesudo artículo sobre los Gasol por el desagüe principal de sus cerebros. En realidad, quería escribir acerca de los dos equipos a los que más me entusiasma ver en este momento: los Grizzlies de Memphis y los Bulls de Chicago, cada uno de los cuales juega de la forma dura y alegre que considero la referencia del baloncesto de calidad.
Vale la pena tener en cuenta que los dos hermanos han tenido algún efecto positivo tangible en sus respectivos equipos
Excepto que no se me ocurría cómo enlazar las dos cosas. Y eso es porque a veces soy idiota. No relacionaba que mis dos equipos favoritos de este año son los mismos que emplean a los hermanos Gasol. Marc en Memphis y Pau en Chicago.
Después de sacudir la cabeza como alguien a quien acabasen de dar un puñetazo, me pregunté si la ecuación que estaba considerando (Gasol + equipo x = ¡victoria!) es tan solo una coincidencia. La respuesta fue: posiblemente. Pero también vale la pena tener en cuenta que los dos hermanos han tenido algún efecto positivo tangible en sus respectivos equipos. Así que atendamos sólo a eso, como si fuera un experimento de la NBA.
Para cualquier experimento aceptable se necesita un grupo de control y un grupo de tratamiento. En este caso los tenemos. Nuestro grupo de control son los Grizzlies de Memphis, que han emprendido esta temporada donde se quedaron la pasada, cuando, después de que Marc Gasol regresase de su lesión, acabaron el año con un balance de 33-13.
El grupo de tratamiento son los Bulls de Chicago, que han hecho dos cambios importantes: han recuperado a un más o menos sano Derrick Rose, y han añadido a Pau Gasol. El resultado: los Bulls parecen tan buenos como siempre desde 2011. Uno podría sentirse tentado a dar por hecho que el éxito de los Bulls se puede atribuir por igual a Pau y a Rose. Pero a eso yo respondería: un momento, Capitán Conclusión. Porque creo que el impetuoso comienzo se puede atribuir casi por completo al juego de Pau Gasol.
Es verdad que esta opinión mía no es ciencia. Es sólo el análisis de alguien que ha visto aproximadamente un millón de horas de baloncesto en su vida; alguien que aseguraría que mientras que Derrick Rose ha sido irregular y una distracción para su equipo, Pau Gasol se ha parecido a un jugador del All-Star. Y alguien que medio se pregunta si los Bulls no harían mejor en continuar sin Rose.
Pero ese es otro debate totalmente diferente. Lo importante aquí es lo siguiente: no puedo estar seguro de que los Gasol sean responsables de que sus dos equipos sean también los conjuntos de los que más me interesa hablar. Pero gracias a la evidencia proporcionada por el efecto de Pau en los Bulls de Chicago, no me sorprendería que lo fuesen. Y eso, creo, avala con bastante rotundidad a los hermanos como jugadores de baloncesto profesionales. Aunque me haya costado un poco atar cabos.
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