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“Puedo actuar contra quien quiera”

Michael J. Garcia, exfiscal de EE UU e instructor de la FIFA, defiende su independencia en el escándalo por la elección de los Mundiales de Rusia 2018 y Qatar 2022

Michael Garcia y Hans-Joachim Eckert, durante una rueda de prensa.
Michael Garcia y Hans-Joachim Eckert, durante una rueda de prensa.AFP

"Puedo presentar cargos contra quien quiera y donde quiera en el fútbol. Aunque trabaje para la FIFA, el órgano que dirijo es absolutamente independiente", declaró ayer en Nueva York el abogado y exfiscal estadounidense Michael J. Garcia, de 53 años, responsable del cuerpo de instrucción del Comité de Ética de la FIFA. Garcia ha provocado una crisis sin precedentes en el máximo organismo futbolístico mundial tras denunciar que el fallo exculpatorio de la cámara resolutoria de dicho comité, que preside el juez alemán Hans-Joachim Eckert, sobre los procesos de adjudicación de los Mundiales de Rusia (2018) y Qatar (2012), ha ocultado las supuestas corruptelas y violaciones del Código Ético de la FIFA recogidas en su informe preliminar de 500 páginas.

Normalmente hablas del tema internamente si algo no te gusta” Hans-Joachim Eckert, juez FIFA

Garcia acudió el viernes a un seminario sobre la corrupción en el siglo XXI en la Escuela de Leyes de la Universidad de Columbia, en Nueva York. Allí, ante decenas de alumnos, debatió con otro exfiscal de EE UU, Patrick Fitzgerald. En un momento determinado, al final de la conversación, el abogado explicó que el Comité de Ética de la FIFA tiene dos cámaras, la de instrucción, que dirige él, y la de resolución, de seis miembros cada una, y que son absolutamente independientes. "La FIFA es un organismo muy complejo", dijo.

Una vez finalizado el acto, y al ser preguntado por EL PAÍS, Garcia insistió en su independencia a la hora de actuar y presentar cargos, y se remitió a su comunicado del jueves a la hora de valorar el escándalo sobre la elección de Rusia y Qatar como sedes mundialistas. "Me debo al código de confidencialidad del Comité de Ética", dijo a EL PAÍS. En ese comunicado, el exfiscal denuncia que el informe de 40 páginas de Eckert, que considera que no hay elementos suficientes para revisar el proceso de selección en 2010 de Rusia y Qatar, pese a las sospechas de corrupción existentes desde entonces, no recoge lo fundamental de su investigación.

Varios dirigentes del fútbol piden la publicación íntegra del informe

Según Garcia, la declaración de Eckert contenía "numerosas representaciones incompletas y erróneas de los hechos y conclusiones". Así, el informe final omitió alguna de las críticas más duras recogidas tras la investigación del abogado, en particular los reproches al comité ejecutivo de la FIFA, cuyos miembros emitieron los votos que adjudicaron los mundiales de 2018 y 2022, proceso en el que violaron su propio código ético. El abogado ha anunciado que acudirá al comité de apelaciones de la FIFA. El juez ético se mostró muy sorprendido por la crítica pública de su colega. "Normalmente, hablas del tema internamente si algo no te gusta", declaró Eckert a la agencia Reuters.

No es la primera vez que Garcia y su colega alemán mantienen diferencias. El 24 de septiembre el abogado pidió ya la publicación íntegra de su informe en nombre de la "transparencia" después de que se anunciara que el documento, previsto para antes del Mundial de Brasil el pasado verano, iba a ver retrasada su salida. En ese momento, Garcia recibió el apoyo del presidente de la UEFA, Michel Platini, y de otros tres vicepresidentes de la FIFA. Eckert se negó a la publicación con el argumento de que pondría a la FIFA en "una situación muy complicada".

El escándalo adquirió este viernes mayores dimensiones cuando miembros del Comité Ejecutivo de la FIFA y otras personalidades del fútbol reclamaron la publicación íntegra de la investigación de Garcia. Jeffrey Webb, vicepresidente de la FIFA y presidente de CONCACAF, y Sunil Gulati, presidente de la Federación Estadounidense de Soccer, reclamaron en un comunicado conjunto: "Dado el desacuerdo entre el responsable de la investigación y el del comité resolutorio, y para garantizar una total transparencia, creemos que el informe debe hacerse público lo antes posible. Proporcionarlo es lo mejor en interés del fútbol y de la FIFA".

Cronología de un escándalo

Octubre 2010: el Sunday Timespublica que varios cargos de la FIFA ofrecerían su voto para Qatar 2018 a cambio de sobornos.

18 noviembre: Dos miembros FIFA son inhabilitados.

2 diciembre: Rusia, elegida sede del Mundial 2018 y Qatar, 2022.

30 mayo 2011: Se publica un mail de Jerome Valcke, secretario general FIFA, en el que sugiere que Qatar “compró” el Mundial.

Agosto: FIFA suspende al catarí Bin Hammam. por violar el Código Ético.

Junio de 2012: Michael Garcia se convierte en el director del Comité Ético de la FIFA, para investigar las designaciones.

29 de enero de 2013: France Football publica que Qatar compró el Mundial e implica a varios miembros de la FIFA.

1 de junio de 2014: el Sunday Times demuestra que Bin Hamman hizo pagos de unos 5 millones de euros para comprar el Mundial.

5 septiembre: Se cierra la investigación de Garcia.

13 de noviembre: La FIFA concluye que no hubo irregularidades en las candidaturas y Garcia dice que han tergiversado su informe.

"Si la persona que ha hecho la investigación dice que el informe no refleja lo que él averiguó, entonces esto es una burla. Tiene que ser publicado íntegro, aunque haya que sacar algunos nombres que aparecen en él de forma confidencial", dijo el presidente de la Federación Inglesa, Greg Dyke. Jerome Champagne, diplomático francés, exdirectivo de la FIFA y aspirante a desbancar del cargo de presidente a Joseph Blatter el próximo año, declaró a Reuters: "Necesitamos saber qué paso en la votación de 2010. La FIFA debe ser protegida por todo lo que representa para el fútbol. Estuve en la FIFA durante 11 años y nunca vi nada tan increíble como esto".

La criticada resolución de Eckert se centra, sobre todo, en los 11 países que aspiraban a la organización de los dos mundiales. Mientras que Garcia encontró violaciones de diversa consideración en el proceder de esos países, incluyendo Qatar y Rusia, Eckert falló que lo descubierto estaba "lejos de alcanzar el nivel que requeriría un nuevo proceso de selección". Sorprendentemente, la crítica más fuerte de Eckert con respecto a violaciones éticas estaba dirigida a un perdedor, Inglaterra, que aspiraba al Mundial de 2018. El juez afeó las estrechas relaciones de los directivos de la candidatura con Jack Warner, miembro del consejo directivo de la FIFA. En concreto, el informe explica que Warner pidió a los miembros de la candidatura trabajo para un familiar. El documento también recoge las relaciones de la candidatura inglesa con otro miembro de la ejecutiva de la FIFA, Reynald Temarii, de Oceanía, quien solicitó fondos para desarrollar el fútbol en su región a cambio de su voto.

Qatar también tuvo algún comportamiento inapropiado, pero, según Eckert, nada que comprometiera la integridad del proceso. La declaración sobre Rusia, la otra ganadora, fue similar, a pesar de que los ordenadores, correos electrónicos y documentos de los funcionarios rusos habían sido destruidos.

En su informe, Eckert indicó que Garcia debería haber presentado cargos contra las personas que habían violado el código de la FIFA, pero no dio nombres. Solo citó al catarí Mohamed bin Hamam, expresidente de la Federación de Fútbol de Asia, sancionado de por vida por la FIFA en 2012 tras el intento de soborno de funcionarios del Caribe y África. El juez concluyó en su informe que Bin Hamam, pese a que apoyó en todo momento a la candidatura de Qatar, lo hizo a título personal, por su ambición de ser presidente de la FIFA, sin influir en la votación final.

En total, seis de los 22 miembros del comité ejecutivo que votó para los Mundiales de Catar y Rusia han tenido relaciones impropias con los países candidatos. A pesar de que la declaración de Eckert considera que no hay motivos para revisar el proceso, la FIFA ha cambiado recientemente sus reglas para que en las futuras elecciones de sedes participen los 209 países miembros y no solo el comité ejecutivo.

Diversos medios de comunicación de EE UU han añadido sal al escándalo al informar de que el FBI lleva años investigando a la FIFA, una información que la propia agencia se negó a comentar. El hecho de que la mujer del exfiscal García sea agente del FBI ha alimentado las especulaciones. Según el rotativo New York Daily News, Chuck Blazer, durante muchos años hombre fuerte del fútbol de EE UU y miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA, trabajó como topo para el FBI. Según el periódico, Blazer accedió a grabar conversaciones de los dirigentes de la FIFA amenazado por no haber pagado impuestos del dinero que malversó durante su etapa al frente de la CONCACAF.

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