El pasado persigue al delantero Braulio
Dos equipos colombianos rechazan contratar al español por sus antecedentes de abuso sexual
“A mí que me dejen tranquilo, yo solo vine a jugar”. Así ha esquivado el futbolista español Braulio Nóbrega responder este viernes a la prensa colombiana sobre los delitos de abuso sexual de los que fue acusado y condenado en España en junio de 2012. Los antecedentes judiciales del jugador han provocado que hasta dos equipos colombianos, Patriotas y Millonarios, hayan declinado en el último momento la contratación del jugador.
En una cortante entrevista celebrada este viernes con la emisora Blu Radio, que solo duró 4 minutos porque el jugador decidió cortar la llamada, Nóbrega se defendió diciendo que no era una mala persona y que lo juzgaran por su comportamiento en Colombia porque “lo del pasado no le importa a absolutamente a nadie”. Ante la insistencia del periodista, ya que precisamente ese pasado ha estado en las primeras páginas de los medios, Nóbrega insistió en que lo dejaran tranquilo y que solo respondería por preguntas relacionadas con el fútbol, además de señalar al periodista de “que le gusta quedar de moralista”.
Nóbrega, de 29 años, llegó el pasado fin de semana a Bogotá por cuenta del director deportivo del club Los Millonarios, el también español José Portolés, encargado de las contrataciones de los azules, un equipo en donde jugó a mediados de siglo pasado Alfredo Di Stéfano antes de fichar por el Real Madrid. Pero una vez los miembros de la junta directiva del ‘ballet azul’ se dieron cuenta de los antecedentes del jugador en España, se negaron a su contratación.
Varios medios de comunicación se sumaron a las críticas de Blu Radio y empezaron a cuestionar por qué el equipo más ganador del fútbol colombiano iba a firmar a un delantero canario que llevaba a cuestas haber pagado una multa de 12.000 euros por dos delitos de abuso sexual, dos faltas por vejaciones y uno de lesiones a cuatro mujeres en Cuarte de Huerva. Diferentes programas deportivos, telediarios y periódicos recordaron incluso las imágenes de cuando fue capturado y esposado por la policía el 21 de septiembre del 2011 en un entrenamiento de su club de entonces, el Real Zaragoza, que lo despidió al mes siguiente, una vez que Nóbrega hubo aceptado los cargos, según lo registraron los medios españoles.
A pesar de la negativa de Millonarios, el delantero español se quedó en Colombia y el jueves por la mañana se anunció su contratación con Patriotas, uno de los dos equipos profesionales de Tunja, a 160 kilómetros al norte de Bogotá y que ascendió a la primera división colombiana en 2011. De ahí que la tormenta, lejos de menguar, se volvió agitar, a pesar de que el mánager de ese club, Luis Augusto García, había dicho a los medios locales que Nóbrega se merecía una “revancha en la vida”.
La de este viernes fue una tensa mañana para el español y las directivas del cuadro boyacense. En la entrevista con Blu Radio, el primero insistió en que ya había pagado una multa por sus delitos y en consecuencia, el asunto “está enterrado”. Pero uno de los patrocinadores de Patriotas, el gobernador de Boyacá, Juan Carlos Granados, rechazó su contratación y pidió a las directivas que desistieran ya que su llegada es incompatible con las campañas que lidera Boyacá contra la agresión a la mujer. “Es inconsecuente que hoy una persona que en el escenario del deporte, que es visualmente notoria ante las nuevas generaciones, tenga estas actuaciones”, dijo.
Pocas horas después de las palabras del gobernador, el mismo mánager de Patriotas anunció a los medios que habían echado para atrás la contratación de Nóbrega, que intentó rehacer su carrera en la segunda división española y luego en el fútbol malayo, más exactamente en el Johor Darul Takzim. Aun así, su pasado judicial le sigue costando caro.
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