Un problema central

Hace dos veranos, recién llegado Tito Vilanova al banquillo del Barcelona, instó a Andoni Zubizarreta a fichar a Thiago Silva o a prescindir de la idea de contratar un central, por mucho que Piqué parecía estar muy solo en la plantilla: Puyol estaba lesionado, Bartra era una apuesta de futuro que no le convencía y Mascherano no dejaba de ser un mediocentro reconvertido. No había más. Resultó que una llamada del dueño del PSG a Sandro Rosell hizo que Zubizarreta desistiera de seguir tanteando al capitán de Brasil, bajo amenazas del jeque de desmantelar al Barcelona a golpe de talonario. En esas, el Barça fichó a Song y a Vilanova le pareció bien, porque podía compaginar funciones.

Unos años después, el problema central seguía vigente en el Barcelona y cuando Vilanova se vio obligado a dejar el cargo y llegó el Tata Martino, la cúpula azulgrana se reunió para saber qué pensaba el rosarino del tema que tanto angustiaba al área deportiva en los despachos. Rosell se sacó entonces un as de la manga, aconsejado por Scolari: David Luiz. “Lo tenemos atado”, dijo. Martino prefirió apostar por el regreso de Puyol, porque creyó a los servicios médicos —“a mediados de septiembre estará de vuelta”, aseguró el doctor Ricard Pruna— y porque, con ese gesto, se metía a la plantilla en el bolsillo. Puyol comenzará a ejercer de ayudante de Zubi el próximo 15 de septiembre, David Luiz ha firmado por el PSG y el Tata está de vuelta en Rosario; el Barcelona sigue buscando central y a Zubi se le acusa por no dar con la pieza.

Hemos trabajado sin éxito los dos últimos veranos en ese mercado” Andoni Zubizarreta

Con un mundo abierto a sus espaldas, los centrales del Barça tienen desde entonces una premisa clara: el balón no se rifa. “Cruyff contaba que los jugadores más importantes para que un equipo juegue bien con la pelota en su poder son sus defensores”, suele recordar Guardiola. “El estilo azulgrana define la dificultad de lo que significa jugar de central en el Barça. Es una posición de las más complicadas”, explica Fontás, hoy en el Celta, formado en La Masia. “Hay que sacar bien el balón y estar muy concentrado con una defensa tan adelantada. Los laterales suben con asiduidad y cuando los rivales roban los dos centrales y el pivote defensivo quedan expuestos con mucho espacio atrás”, añade. “En el Barça, ante un apuro, se debe probar un desplazamiento en largo o un cambio de orientación. No se tolera dar un patadón”, asegura Rafa Márquez. Piqué afirma: “Cuesta encontrar al central que buscamos. Nuestra forma de jugar es única en el mundo”.

Un problema central

Desde que el canterano regresó del Manchester United en el verano de 2008 a cambio de cinco millones de euros, ha sido el único fichaje que se ha consolidado en la zaga azulgrana. Pasaron Cáceres (16,5 millones), Henrique (10) y Chigrinski (25). “Si no encontramos fuera, miramos dentro”, tercia Zubizarreta. Hasta nueve canteranos (Piqué, Oleguer, Tortolero, Rodri, Botía, Marc Valiente, Fontás, Sergi Gómez y Bartra) han tenido una oportunidad. Por si no fuera suficiente, Edmilson, Touré, Mascherano, Song, Abidal y Adriano, terminaron ejerciendo de centrales, sin serlo. Hasta Busquets ha llegado a jugar en el eje de la defensa algunos partidos. “Es obvio que estamos trabajando en reforzar esa posición”, afirma Zubizarreta. “No es cuestión de nombres, sino de un proyecto y de un rendimiento para bastantes años”.

Mathieu, que presiona para salir del Valencia, y Marquinhos, zaguero del PSG, son los primeros objetivos

Sacchi relata que Guardiola fue quien le recomendó un defensa que iniciara jugada. El entrenador italiano se congratulaba porque nadie le había hecho esa pregunta a sus 67 años. Mathieu (30 años, Valencia) y Marquinhos (21, PSG) son los candidatos más fuertes para vestirse de azulgrana la próxima temporada. Zubizarreta reconoce las negociaciones: “Hemos trabajado los dos veranos en ese mercado y no hemos logrado llegar a un acuerdo con ningún central. El Valencia tiene una propuesta del Barcelona por Mathieu sobre la mesa”.

El francés hizo público el jueves un comunicado para desencallar el pulso que le está echando el Valencia al Barcelona. El Valencia insiste en que el Barcelona pague la cláusula (20 millones). Para Zubi y Luis Enrique el galo y Marquinhos son los objetivos.