“Basta de venir a la prensa a poner presión y hablar de lo mismo”

La tormenta que inundó Wimbledon, interrumpiendo el arranque de la jornada y suspendiendo más de una veintena de partidos, tuvo su traslado al vestuario. El jueves, sin que nadie le preguntara, Roger Federer (que en octavos se medirá a Tommy Robredo tras ganar ayer 6-3, 6-1 y 6-3 al colombiano Giraldo), cargó contra los tenistas que se toman más tiempo de los 20 segundos reglamentarios entre punto y punto. A nadie se le escapó que eso era una crítica hacia Rafael Nadal, que ese mismo día había ganado mientras su rival, el checo Rosol, se quejaba de que consumiera demasiado tiempo antes de cada juego, lo que ya le ha valido 22 advertencias en torneos ATP en 2014 (más que a nadie).

“Creo que Djokovic está igualmente señalado que yo”, respondió el mallorquín cuando le preguntaron si había una campaña en su contra. “Llega un momento que la cancioncita ya cansa”, dijo sin nombrar nunca a Federer, que ya le criticó por el mismo motivo en el Abierto de Australia. “El árbitro está para arbitrar, que arbitren los árbitros. Ya basta de llegar aquí a la prensa, y poner siempre presión y hablar siempre de las mismas cosas”, siguió. “Hay que dejar arbitrar a los árbitros y que piten lo que es justo. Si no, lo que haces es menospreciar a los árbitros, decirles que no hacen bien su trabajo. Si voy lento, que me penalicen; si no voy lento, que no me penalicen. Por algo me fui del Consejo de Jugadores”, se despidió, en referencia a sus desavenencias con el genio suizo, que hasta Wimbledon presidía el organismo.

Por otra parte, Serena Williams, la número uno y campeona de 17 grandes, se despidió 6-1, 3-6 y 4-6 en tercera ronda y ante la francesa Cornet.