El ‘reality show’ de Maradona en Brasil

Primera escena: a poco del final del partido entre Argentina e Irán Diego Armando Maradona y su hija Giannina se retiran del estadio Mineirao, de Belo Horizonte. Casi sobre la hora, sin el ídolo en las tribunas, Lionel Messi corre en diagonal con la pelota al pie, y al llegar al borde del área manda un zurdazo hasta el fondo del arco rival. Después, en medio del festejo, el presidente de la Asociación de Fútbol Argentino, Julio Grondona, carga contra el exseleccionador albiceleste. “Se fue el mufa y ganamos”. En el habla popular sureña, el término alude a la situación o a la persona en cuya presencia nada sale bien.

Segunda escena: En horas de la noche Maradona está sentado en el estudio asignado al programa de televisión que protagoniza al final de cada jornada. Víctor Hugo Morales, el relator uruguayo establecido desde hace más de tres décadas en Argentina, lo acompaña como todas las noches. Sobre una animación en 3D de la jugada que le dio los tres puntos a Argentina, la voz en off de Maradona carece de matices. Es un tono monocorde y áspero. “Grondona es un pobre estúpido. Quiero decirle que lo que tengo puesto me lo gané trabajando. Lo que tiene puesto él se lo compró con la FIFA. Y voy a parar el tema acá porque mufa es…” La cámara muestra entonces un primer plano del exdeportista cuando levanta el dedo medio de su mano izquierda en un evidente gesto obsceno.

Este es uno de los pasajes de De Zurda, la apuesta de la cadena Telesur para competir con los grandes canales deportivos de América. Maradona será durante el mes del Mundial de Brasil la estrella de este programa y que es mucho más que un espacio para analizar los resultados. Es en realidad un gran reality show elaborado para mostrar al histórico deportista argentino en todas sus facetas: en las más conocidas -el padre, el abuelo, el esposo, el ídolo de los argentinos, el mítico capitán de la albiceleste que ganó un campeonato del mundo- y en las más polémicas. El coro del tema que identifica al espacio, en el que participan Gustavo Santaolalla y Julieta Venegas, es toda una declaración de intenciones: “Cuando el mundo te mira al revés, mejor pegarle de zurda”. Es el Diez en su versión más cristalina.

La voz en off de Maradona carece de matices. Es un tono monocorde y áspero. “Grondona es un pobre estúpido", dice Diego

Cada noche se recuerda una efeméride relacionada con su carrera futbolística. Como en junio se celebra el Mundial la producción ha aprovechado para reconstruir el camino hacia el título que obtuvo Argentina en la cita de México 86. Hace algunos días evocaron el 28 aniversario del inolvidable gol contra Inglaterra, que también contó con un relato no menos memorable del periodista Víctor Hugo Morales, su contertulio en el programa. Es de las pocas veces que Morales, un amante de la ópera, abandona su papel de maestro de ceremonias para protagonizar al lado del exfutbolista. La mayor parte del programa transcurre en un diálogo entre Maradona y sus invitados de lustre. Por el estudio han pasado los colombianos Radamel Falcao García, Carlos “Pibe” Valderrama y Faustino Asprilla; el inglés Gary Lineker, el brasileño Zico o el presidente de Ecuador Rafael Correa.

Hasta allí De Zurda podría pasar como un programa más de fútbol, pero no lo es. Sin invitados los comentarios de los panelistas pueden derivar hacia afluentes no precisamente deportivos: contra la Fifa o contra las versiones estereotipadas que se construyen sobre las favelas brasileñas. Los medios argentinos revelaron que Maradona obtendrá cuatro millones de euros por conducir el ciclo. Esa información no ha sido confirmada. El escándalo no se ha hecho esperar en el continente debido a la crítica situación económica de Venezuela, el principal socio de la cadena, cuya inflación en el último año llegó a 60% y sumó a finales de 2013 a 737.000 personas a la pobreza.

Telesur, una compañía creada por iniciativa del gobierno de Venezuela en 2005, en la que también participan los gobiernos de Argentina, Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Uruguay, está pensada como la contracara de CNN en español y hasta ahora jamás había tenido una oferta de esta pegada comercial. Parece más bien la idea del departamento de mercadeo de algún canal privado. Pero los personajes que noche a noche salen al plató no son precisamente los consentidos de las cadenas privadas de televisión. De Maradona se conocen de sobra sus incidentes con la gran prensa de su país. La historia de Víctor Hugo Morales es sin embargo menos conocida fuera de la Argentina. Lo han calificado como un converso por su cercanía con Néstor y Cristina Kirchner, o como “el relator del Gobierno”, combinando la que es quizá su indiscutible fortaleza –narrador deportivo- con la decepción que ha significado para sus admiradores verlo convertido en un valedor de las administraciones kirchneristas. Morales ha sido uno de los principales defensores de la Ley de Medios aprobada en aquel país y uno de los más feroces críticos del grupo Clarín y la concentración de medios en pocas manos.

Una noche se leyó una carta que envió Fidel Castro al programa. “Nos ha escrito el más grande de todos”, comentó satisfecho Maradona

A ambos no solo los une el fútbol y el abierto apoyo que dan a lo que llaman “gobiernos progresistas de América Latina”, en referencia a las autoridades electas en Venezuela, Ecuador, Uruguay, Brasil, Nicaragua o Bolivia. También los vincula la animadversión por el imperialismo estadounidense. Morales y Maradona son, pues, la pareja contracultural perfecta de un programa que solo tiene un patrocinador –la estatal Petróleos de Venezuela-, que en los cortes comerciales vende los destinos turísticos del Caribe e invita a visitar a Ecuador. No han faltado las alusiones casi diarias al fallo en Estados Unidos de los llamados Fondos Buitres –que obliga a Argentina a pagar cerca de 1.330 millones de dólares a compañías y ahorristas, quienes se negaron en 2005 y 2010 a la renegociación de la deuda de ese país–, o las referencias a la relación que mantiene Maradona con Fidel Castro. Hace algunas noches Morales leyó una carta que envió Castro al programa. “Es lo mejor que nos ha podido pasar en De Zurda: que nos haya escrito el más grande de todos”, expresó el exjugador. “Si no se cuida me la llevo, Diego, porque quiero colocar en un marco”, respondió el periodista.