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“Tras una derrota, es mucho más difícil ganar a Nadal”

Albert Ramos superó a Davydenko y será el primer rival del mallorquín

Albert Ramos devuelve la pelota durante el partido contra el tenista ruso Davydenko, en la segunda jornada del Barcelona Open Banc Sabadell.
Albert Ramos devuelve la pelota durante el partido contra el tenista ruso Davydenko, en la segunda jornada del Barcelona Open Banc Sabadell. ALBERTO ESTÉVEZ (EFE)

Enfrentarse a Rafael Nadal supone siempre un quebradero de cabeza. Para muchos jugadores supone un problema irresoluble. “¿Cómo debo jugarle?”, se preguntó Albert Ramos al salir de la pista con una victoria (6-4 y 6-4) sobre Nikolay Davydenko que le situaba directamente en la órbita del manacorí en su debut en el Open Banc Sabadell de Barcelona. “No tengo ni idea. Lo único que sé es que para ganarle él debería jugar muy mal y yo realizar el partido de mi vida”.

Un vistazo a la clasificación mundial delata que las opciones de Ramos son más bien pocas frente a Nadal. Mientras él ocupa el puesto 103º de la APT, Nadal sigue manteniendo el liderato del ranking. Una distancia insalvable en condiciones normales. “Y más aún en estos momentos”, agrega Ramos. “Si ganarle ya es complicado, ahora tras perder con Ferrer en Montecarlo lo será mucho más. Estos grandes jugadores cuando pierden un partido vuelven en el próximo torneo con más intensidad y muchas ganas”.

Resultados

Primera ronda: A. Ramos vence a N. Davydenko (Rus) por 6-4, 6-4; Segunda ronda: Nishikori (Jap, 4º) a R. Bautista por 6-1, 4-6, 6-3; E. Gulbis (Let, 9º) a D. Gimeno-Traver por 7-5, 7-6 (7-1); T. Robredo (5º) a M. Matosevic (Austl) por 6-3, 6-4.

Su experiencia contra Nadal le abrió los ojos. Se enfrentó a él el año pasado en este mismo torneo barcelonés y perdió por 6-2 y 6-0 en un abrir y cerrar de ojos. No venía de su mejor temporada, eso es cierto. En 2012 había alcanzado la 38ª posición en la clasificación, pero después no logró mantener su nivel y su ranking fue cayendo, aunque, gracias a los cuartos de final de Barcelona y los octavos de Miami, logró mantenerse entre los 100 primeros. Ahora, es distinto. Puede jugar sin tanta presión. Sabe que frente a Nadal no tiene opciones y que todo lo que venga será un regalo del cielo.

Sin embargo, no saldrá derrotado. Su mentalidad no es esa. En este sentido se parece a Tommy Robredo, otro luchador que está viviendo su segunda juventud a los 31 años. El de Hostalric superó al australiano Marinko Matosevic por 6-3 y 6-4 y entró ya en los octavos de final.

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