Cuatro votos para vender el Valencia
Bankia acepta formar una comisión con el club, la Fundación y la Generalitat para vigilar el proceso de venta de la entidad de Mestalla
Bankia ha cedido para que el presidente del Valencia, Amadeo Salvo, también participe en el proceso de venta de la sociedad de Mestalla. Serán cuatro votos en una comisión formada por el banco, el club, la Fundación de este y la Generalitat. Bankia interviene como principal acreedor del club, que le debe 220 millones además de otros 90 de la Fundación del Valencia con la entidad bancaria. La Generalitat, a su vez, es avalista de ese crédito que no puede devolver la Fundación, máxima accionista del club con el 70% de los títulos. De momento, hay varias propuestas de compra “con caras y ojos”, según el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri. Aunque el plazo está abierto para nuevas ofertas a partir de que el Valencia ofrezca la información solicitada por los inversores, un auditoría sobre todo. Cuando llegue esa documentación a los inversores, se abre un plazo de cuatro semanas para las ofertas vinculantes. Y otras tres semanas para ser analizadas por las empresas asesoras contratadas por Bankia (KPMG) y por el Valencia (Price). La decisión final corresponde a los patronos de la Fundación.
La Generalitat ha intercedido para evitar una venta unilateral del club por parte del banco, enfrentado en las últimas semanas a Salvo, quien convocó una asamblea de 6.000 simpatizantes en Mestalla el pasado 24 de enero para declararle la guerra a Bankia. “Al señor Goirigolzarri quiero decirle”, dijo Salvo, “que está a tiempo de rectificar para tratar al Valencia como merece una institución con millones de simpatizantes. Ahora mandamos nosotros”.
El 27 de marzo vence la deuda de 220 millones del Valencia con Bankia. Sin embargo, el club ha estado al corriente de pago de esa deuda, con unos intereses anuales de 15 millones. El desencadenante de la venta es el otro crédito, el de la Fundación con el banco. La Fundación no tiene recursos para devolver ese préstamo, solicitado en 2009 para comprar las acciones de la ampliación de capital. Y la Generalitat, que ya ha abonado 4,8 millones de intereses a Bankia, no está dispuesta a pagar los 86 restantes. Las partes estén condenadas a entenderse para facilitar la entrada de un inversor solvente que puede sacar al Valencia del callejón sin salida. Y permita acabar el estadio nuevo, a medio construir desde noviembre de 2009, un fantasma de cemento en medio de una de las salidas de la ciudad, en la Avenida de les Corts Valencianes, por falta de financiación.
El acuerdo se produce en un momento de sustancial mejora deportiva, después de que el equipo de Juan Antonio Pizzi haya sumado cuatro victorias (una de ellas en el Camp Nou, ante el Barça, un punto de inflexión), tres empates y una sola derrota en los últimos ocho partidos de Liga. Aun así es séptimo, a 12 puntos del cuarto, el Athletic, que da acceso a disputar la próxima Liga de Campeones, tras una pésima primera vuelta con Miroslav Djukic en el banquillo. La venta del club, ahora sí, está en marcha.
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