Adiós a la séptima Eurocopa
La selección de fútbol sala, muy incisiva en la primera mitad y dormida en la segunda, cae ante Rusia en la prórroga 4-3
No pudo ser. La selección española de fútbol sala no luchará este domingo ante Italia por levantar su séptima Eurocopa tras perder contra Rusia (4-3 ). Se vendió como una final anticipada. Y así fue. Hubo hasta prórrogas. Por algo ambos equipos fueron finalistas en la pasada edición de torneo y en otras tres anteriores. La estadística se había inclinado del lado de los españoles en tres ocasiones (1996, 2005 y 2012), por sola una victoria de los rusos (en la final de 1999). 15 años después, la victoria volvió a ser para ellos.
En la primera mitad, España fue muy incisiva, con desgarro, dominando perfectamente el campo del pabellón Sportpalais de Amberes. Un gran Lín desbordó uno a uno a los jugadores rusos, que cuentan con cuatro brasileños nacionalizados en su plantilla, hasta encontrar un hueco en la portería de Gustavo, el mejor guardameta del mundo en 2013. Y lo encontró. A falta de tres minutos para el descanso Aicardo vio el desmarque de Raúl Campos; este, de tacón, cedió atrás para Pola, que con el interior del pie derecho engatusó la pelota para subir el primer tanto al marcador. Podía haber sacado más provecho España en esa primera parte ante una adormecida Rusia. Nada se supo del que venía de ser el mejor ataque del campeonato ni de Eder Lima, al que se le considera el mejor jugador del torneo.
RUSIA, 4 - ESPAÑA, 3
RUSIA: Gustavo (p), Pereverzev, Sergeev, Fukin y Cirilo --cinco inicial-- Eder Lima, Kutuzov, Milovanov, Robinho, Lyskov y Abramov.
ESPAÑA: Rafa (p); José Ruiz, Pola, Sergio Lozano y Raúl Campos --cinco inicial-- Miguelín, Lin, Fernandao, Aicardo, Pola y Rafa Usín.
GOLES: 0 - 1, min.17, Pola. 1 - 1, min.23, Sergeev. 1 - 2, min.27, Lyskov. 2 - 2, min.27, Raúl Campos. 3 - 2, min.27, Fukin. 3 - 3, min.38, Miguelin. 4 - 3, min.49, Robinho.
ÁRBITROS: Sasa Tomic (CRO) y Timo Onatsu (FIN). Amonestaron a Sergeev (min.12) y Gustavo (min.49) en Rusia; y a Miguelín (min.47) en España.
“Rusia tiene nivel para ser campeona del mundo”, aseguraba el entrenador español, Venancio López, en la previa del partido. Despertaron los rusos en la segunda mitad sabedores de la trascendencia del encuentro. Un bello zarpazo desde la esquina de Sergeev se empotró en la escuadra derecha de Rafa. Un gol que anestesió a España que, en pocos minutos, encajó el segundo. Un error defensivo, poco habitual en la zaga española, provocó el volteo en el marcador. A partir de ahí, el partido se agrietó por todos lados. En cuatro minutos, dos goles. El primero, para España (2-2) de Rafa Usín, que enchufó el segundo tanto tras una jugada individual. No duró mucho el gritó en el banquillo de Venancio López. Segundos después, Fukin le birló la pelota a Campos, y anotó el tercero para los rusos. A partir de ahí, Rusia trató de dormir el partido, mimó la pelota, los minutos pasaban y todo apuntaba a una victoria suya. A falta de cinco minutos, Miguelín se enfundó la camiseta de portero-jugador para buscar las tablas a la desesperada, y empató el partido con un tiro lejano.
El tiempo extra estuvo marcado por el respeto entre ambos combinados. Liderada España por Miguelín, trató de derrumbar a una Rusia gobernada por Robinho. Fue precisamente el jugador de origen brasileño quien, a falta de un minuto, deshacía el bloqueo en el luminoso cuando los jugadores aguardaban los lanzamientos de penalti. Un tanto que apeaba a España de luchar por un nuevo título —siempre habían ganado desde el 2005— , y de poder luchar por su séptima Eurocopa.
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