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Perbet es gol

El delantero francés marca dos tantos y despierta al Villarreal ante un pusilánime Osasuna (3-1)

Perbet, tras marcar uno de sus dos goles a Osasuna.
Perbet, tras marcar uno de sus dos goles a Osasuna.Domenech Castelló (EFE)

El Villarreal, con más o menos fútbol, en su mejor o peor día, tiene algo impagable en el fútbol: gol. Un día es Giovani, otro Uche y anoche Perbet. El delantero francés sustituyó a Uche lesionado dos minutos antes de llegar el descanso. Y al primer minuto del segundo tiempo, Perbet abría un partido feo para el Villarreal. Y repetía media hora después para cerrar la victoria que refrenda que el club de Roig tiene todos los números para estar en Europa tras regresar de Segunda. El séptimo gol de Perbet en la Liga, el tercer delantero del Villarreal. Contando a Jonathan Pereira, los cuatro delanteros del Villarreal, que cualquiera de ellos tendrían cabida en más de la mitad de equipos de la Liga, llevan anotados 29 goles de los 42 conseguidos en el total. 19 lleva Osasuna en total. Queda dicho todo.

El Villarreal es un equipo con mimbres. Cuando tiene su día resulta un conjunto dinámico, convincente, en ocasiones adorable y las victorias caen por su peso, consecuencia lógica a su propuesta. Y cuando tiene una jornada regular, cumple con trabajo y pragmatismo su labor. Y le da para vencer a equipos insulsos como Osasuna al que le cuesta lo mismo defender como atacar. Sin Bruno, ausente también Cani y sin saber cuándo reaparecerá, el Villarreal es menos Villarreal. Y aún así, quedó reflejada la diferencia existente entre ambos equipos anoche en El Madrigal. El conjunto de Marcelino, en una versión rebajada, es ampliamente superior a 12 equipos de la Liga. Por supuesto, también a un Osasuna pusilánime.

Sin Bruno, lesionado, al Villarreal le faltó su brújula. Más por impulso que por claridad, el conjunto amarillo, carente de tacto, impuso un ritmo impreciso al encuentro ante un Osasuna a la espera. Javi Gracia dejó en el banquillo a su goleador, Oriol Riera y optando por la movilidad de Acuña para evitar que los centrales del Villarreal, ausente también Musacchio, tuviesen una referencia a quien fijar. Oriol Riera entró a falta de ocho minutos para finalizar el encuentro. Cuatro minutos después marcaba cuando ya era tarde. Tal vez se arrepentiría Javi Gracia de no contar con el delantero catalán antes.

VILLARREAL, 3-OSASUNA,1

Villarreal: Asenjo; Mario, Gabriel, Dorado, Jaume Costa; Aquino (Jonathan Pereira, m. 73), Pina (Edu Ramos, m. 77), Trigueros, Moi Gómez; Giovani y Uche (Perbet, m. 43). No utilizados: Juan Carlos; Jokic, Musacchio, y Joan Román.

Osasuna: Andrés Fernández; Marc Bertrán, Miguel Flaño, Loties, Damiá; Puñal (Roberto Torres, m. 69), Loe; Lobato (Oriol Riera, m. 82), Armenteros, De Las Cuevas (Cejudo, m. 58); y Acuña. No utilizados: Riesgo; Lolo, Oier y Joan Oriol.

Goles: 1-0. M. 46. Perbet. 2-0. M. 55. Trigueros. 3-0. M. 75. Perbet. 3-1. M. 86. Oriol Riera.

Árbitro: Álvarez Izquierdo. Amonestó a Pina, Giovani y Loe.

Unos 10.000 espectadores en El Madrigal.

La labor básica de Osasuna quedó nítidamente plasmada: acotar los caminos de ataque al equipo amarillo, incomodar al máximo la creación del equipo de Marcelino, menos reconocible que en ocasiones precedentes, resultaba el objetivo primordial. Atacar resultaba otra lección aún por descubrir. Su primera llegada al área de Asenjo no se produjo hasta la media hora de juego. Y pudo ser gol. El remate blando del Loe se le escapó de las manos a Asenjo que rectificó a tiempo agarrando el esférico en la línea de gol. La jugada hizo creer tímidamente al conjunto rojillo en algo más que en salir con un punto de El Madrigal. El partido dependía de lo colectivo en Osasuna y en lo individual para un Villarreal sin fluidez. Solo una acción esporádica de Giovani, Uche, que se retiró por problemas musculares antes de finalizar el primer tiempo, o Aquino, podía deshacer el enredo en el que se había convertido el partido para los castellonenses.

La diferencia entre ambos equipos radica en el gol. Se fue Uche y entró Perbet. Ya al primer minuto del segundo acto, un centro desde el centro del campo de Dorado, quedó entre los centrales y Andrés Fernández. Y Perbet, más listo que nadie, acertó a enviar a gol con un remate mordido. El delantero francés es una garantía de gol. Una vez más, una concesión de la defensa rojilla, al igual que la jornada anterior ante el Athletic, le condenaba. El peligro de solo dedicarse a defender es que exige una concentración máxima ante un equipo con el potencial atacante del Villarreal. Y quedó refrendado poco después, cuando Trigueros, que se estrenaba como goleador en la Liga, doblaba la ventaja para el equipo de Marcelino tras disparar solo desde el borde del área desatendida por centrocampistas y defensores de Osasuna. Y repitió Perbet para cerrar una victoria que reafirma las opciones del Villarreal para volver a Europa.

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