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Messi: “Cristiano es admirable”

El barcelonista, ganador de los últimos cuatro Balones de Oro, destaca el rendimiento del delantero del Madrid, el gran favorito hoy

Diego Torres
Cristiano, Messi y Ribéry, durante la rueda de prensa previa a la entrega del Balón de Oro 2013
Cristiano, Messi y Ribéry, durante la rueda de prensa previa a la entrega del Balón de Oro 2013Stuart Franklin (Getty)

La gala de la FIFA es una exhibición de todas las variantes del negro. Paneles negros, decorados negros, trajes negros, y parafernalia negra, en general. El negro es el color de la solemnidad y la FIFA, el organismo regulador del fútbol mundial, se toma muy en serio el formalismo de su día grande. De modo que se abrieron las cortinas negras y desde la sombra salió Cristiano Ronaldo (Real Madrid) tocado con una gorra de béisbol negra con la visera hacia atrás y un uniforme de Nike luciendo el logotipo en el pecho. Le siguió Messi (Barcelona), que no eludió el duelo publicitario y se embutió en una sudadera gris de Adidas. El único que rompió con el tono sombrío fue Frank Ribéry (Bayern Múnich), que se presentó en el escenario con una camiseta de mangas cortas completamente blanca. Sin marcas aparentes. Casi un gesto revolucionario en la conferencia de prensa que inauguró, esta tarde, el evento que desvelará al ganador del Balón de Oro 2013.

Pocos lugares ofrecen mayor discreción que el cantón de Zúrich, la desembocadura del río Limmat, el embarcadero, los patos indiferentes en el lago, las calles comerciales por donde los suizos pasean más atentos a sus relojes que a la gran fiesta institucional del fútbol. Concebida para engrandecer a las estrellas de la industria y, de paso, a la propia industria, la gala de la FIFA ha despertado un interés creciente a lo largo de los años. Tanto que los últimos meses han arrastrado a decenas de lobistas y promotores al límite de la histeria, conscientes todos ellos de que la diferencia entre quedar primero y segundo supone muchos millones de euros.

Heynckes y Cristiano, en Zúrich.
Heynckes y Cristiano, en Zúrich.Getty

“Yo siempre trabajo con el objetivo de batir mis propios récords”, dijo Cristiano. “Y si no gano seguiré siendo el mismo aunque sería un reconocimiento a una temporada con muchos sacrificios”. El portugués aterrizó por la mañana procedente de Madrid y habló junto con los otros finalistas en el Centro de Congresos de Zúrich, antes de retirarse al hotel a vestirse de etiqueta. En la presentación se mostró preocupado por recordar a la audiencia que él no estaba ahí simplemente por haber logrado unos buenos registros personales, cosa que hace siempre. Quiso recalcar que sus estadísticas suponen un récord en su carrera. Nunca en un año natural metió más goles: 66 en 56 partidos oficiales con club y selección, 69 si se incluyen los amistosos internacionales. En el año 2012, su anterior récord, hizo 59 goles en 62 encuentros oficiales.

Les preguntaron a Messi y a Cristiano si la competencia les había ayudado a mejorarse mutuamente. Messi, que estuvo tres meses de baja por diversas lesiones musculares y metió 42 goles en 45 encuentros en 2013, procuró no explayarse sobre las virtudes de su rival. “Claro que es admirable”, dijo el argentino, encorvado y más cohibido que sus acompañantes en el estrado. “Muchas veces destaqué a Cristiano y además no hace falta que yo lo destaque. Más allá de la competencia, a los buenos jugadores hay que destacarlos siempre”.

“Obviamente que sí”, dijo Cristiano, un poco más elocuente, cuando le tocó responder si su adversario le había ayudado a evolucionar. “Pienso que es importante porque nosotros tenemos la noción de quién es bueno. Para mí es un orgullo competir contra grandes jugadores. Un privilegio. Como soy una persona competitiva me gusta afrontar a los mejores. Para mí es un honor jugar contra Leo en club o en selección. Intento evolucionar. Si nos volvemos mejores compitiendo eso es bueno para mí, para ellos, y para el fútbol también”.

La FIFA asegura que el orden de los premiados no varió después de ampliar el plazo de las votaciones

Cristiano, que ganó el Balón de Oro en 2008 antes de que el trofeo fuera para Messi en cuatro ediciones sucesivas, se presentó en el Palacio de Congresos con el aura de favorito. Así le señala gran parte de la prensa, a pesar de no haber logrado ningún título desde la Supercopa de España de agosto 2012. Si finalmente es elegido por los votos de los 209 seleccionadores nacionales, los 209 capitanes de selección, y los periodistas representantes de 209 países, no será el primer futbolista en levantar el título sin haber ganado trofeos colectivos. Lo preceden Stanley Matthews (1956), Dennis Law (1964), Gerd Müller (1970), Kevin Keegan (1978) y Luis Figo (2000).

“Estoy tremendamente feliz de estar aquí”, dijo Cristiano. “Ya simplemente estar aquí en el podio es una alegría muy grande. Obviamente quiero mejorar en todos los aspectos y ahora debo esperar. Si gano perfecto, y si no gano la vida continúa. Debo ayudar al Real Madrid y a mi selección nacional también”.

Cristiano confirmó que Sepp Blatter, el presidente de la FIFA, le llamó a principios de año para saludarle y para pedirle que acudiera a la gala. La llamada contentó al futbolista, que se sintió muy ofendido por una charla que dio Blatter en la Universidad de Oxford en la que dio la impresión de que le remedaba con mímica. Cristiano publicó una carta abierta lamentando ser objeto de una burla por parte de la máxima autoridad del fútbol, e hizo extensible la ofensa al pueblo portugués. “Ese es un tema prácticamente cerrado”, contestó, cuando le inquirieron sobre el tema. “Tuve una conversación telefónica y las cosas están bien. Por eso estoy bien aquí”.

Ribéry, durante la rueda de prensa.
Ribéry, durante la rueda de prensa.FABRICE COFFRINI (AFP)

Messi se manifestó en los mismos términos satisfechos sobre un galardón que no se presentaba tan disputado desde 2009, cuando lo ganó por primera vez. “Estar acá es un premio y una alegría”, declaró el capitán de la selección argentina. “Es mi séptimo año entre los finalistas en esta gala y es más que suficiente. Si lo gana otro no pasa nada”.

“No pienso en lo que hice sino en lo que viene”, prosiguió el argentino, que ya tiene cuatro Balones de Oro. “Pienso en estar al mismos nivel, conseguir cosas con el Barcelona y seguir rindiendo con la selección para ganar títulos. Ahora viene el Mundial y es muy importante para todos los argentinos. Lo que viví es muy importante a nivel de grupo e individual. Pero ahora miro hacia adelante”.

Las palabras de Messi fueron lo más parecido a una confesión. La Copa del Mundo, verdadera idea fija de la hinchada argentina, es una obsesión que ha penetrado en el equipo nacional y en su ídolo.

Ribéry:  “Es todo un honor estar con estos dos grandes jugadores"

Ganador de todos los títulos que disputó en 2013, Ribéry no fue el hombre más interrogado de la conferencia inaugural. El francés de camiseta blanca se mostró serio cuando alguien le pidió su opinión. “Me encanta poder estar aquí por varios motivos”, dijo. “Es todo un honor estar con estos dos grandes jugadores. Ya veremos cómo se desarrolla la velada. A los tres nos gustaría llevar el título pero es un placer llegar donde he llegado”.

La polémica sobra la votación

La FIFA, mientras, aclaró que la clasificación del ganador del Balón de Oro no había variado pese a la ampliación del plazo de votación hasta el 29 de noviembre, recalcando que se había tomado esa medida por la baja participación (cuando se amplió el plazo se pasó del 59% al 88% de los votos totales”.

Esta ampliación del plazo para elegir al mejor jugador había despertado mucha polémica por su condición de excepcional y porque favorecía, en principio, las opciones del portugués Cristiano Ronaldo, que en ese momento se encontraba en un gran estado de forma y que acaparó protagonismo con sus cuatro goles en la repesca mundialista con Portugal ante Suecia.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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