La cruzada de LeBron James
La NBA centra la mirada en la estrella de Miami y en su carrera por su tercer anillo en pugna con Durant, Rose, Howard y compañía
LeBron James, a sus 28 años, camino de su tercer anillo, en la plenitud de su carrera diez años después de haber llegado a la NBA con apodos mesiánicos como El Elegido o El Rey, se ha instalado definitivamente como la estrella sobre la que gravita la competición. La mirada sobre la temporada 2013-2014, que empieza en la madrugada del martes al miércoles con los partidos Indiana-Orlando, Miami-Chicago y Clippers-Lakers, abarca desafíos históricos: la posibilidad de que Miami sume su tercer título seguido, de que LeBron sea designado MVP de la temporada por quinta ocasión en su carrera y por tercera consecutiva de la final y de que siga superando una serie de récords estadísticos que avalan su tremenda efectividad y versatilidad.
“Quiero ser el mejor jugador de todos los tiempos. Así de simple. Pero estoy lejos de ello”, declaró tras un verano en el que se casó en un lujoso hotel de San Diego con Savannah Brinson, la que era su novia desde que estudiaban secundaria y la madre de sus dos hijos.
Los primeros partidos
Madrugada del martes al miércoles.
Indiana-Orlando
Miami-Chicago (1.00, Canal +)
Lakers-Clippers (3.30 Canal +)
Madrugada del miércoles al jueves
Cleveland-Brooklyn
Filadelfia-Miami
Toronto-Boston
Detroit-Washington
Nueva York-Milwaukee
Houston-Charlotte
Minnesota-Orlando
Nueva Orleans-Indiana
Dallas-Atlanta
San Antonio-Memphis
Utah-Oklahoma
Phoenix-Portland
Sacramento-Denver
Golden State-Lakers
La tarea ciclópea de LeBron empieza por mantener la hegemonía de Miami. El palmarés delata la dificultad de la empresa. Solo tres equipos, en cinco ocasiones, han conseguido ganar tres títulos de forma consecutiva (Lakers, del 52 al 54; los Celtics de Russell, del 59 al 66; los Bulls de Jordan, del 91 al 93 y del 96 al 98 y de nuevo los Lakers de Kobe y Shaquille, de 2000 a 2001).
En contraste con la plenitud de LeBron, los Heat se enfrentan a la incógnita del estado de las castigadas rodillas de Dwyane Wade, el rendimiento irregular de Chris Bosh, la veteranía de jugadores como Ray Allen (38 años), Battier (35) y Andersen (35) y los riesgos que entrañan las nuevas adiciones a su plantel, dos jugadores de los que todavía se espera que respondan a las altísimas expectativas que generaron en su día: Michael Beasley, número dos del draft de 2008, y Greg Oden, número uno del draft de 2007.
El equipo de South Beach ofreció en algunas fases de la pasada temporada una enorme sensación de superioridad sobre sus rivales, ganó 66 partidos en la fase regular y estableció una extraordinaria plusmarca de 27 triunfos consecutivos, la segunda mejor en la historia de la competición. Respecto a entonces, el equipo de Spoelstra ha perdido el concurso de Mike Miller, un jugador que puntualmente y muy especialmente en algunos partidos de los playoffs le brindó un excelente rendimiento. Fue precisamente en esos últimos partidos donde se dejaron ver algunas lagunas en el juego de los Heat, que a punto estuvieron de costarle el título.
Durant y Rose, lideran la lista de pretendientes al trono. “Ahora mismo, el Este es muy duro. Dicho esto, hay un montón de equipos que se sienten capaces de mejorar y competir en la carrera del playoff. Sobre todo, los equipos de Nueva York (Knicks y Nets), Indiana, Chicago y nosotros, y tendremos que estar peleando con ellos toda la temporada”, afirma Chris Bosh. El foco de los Heat apunta a los rivales de su propia Conferencia, muy revaluada respecto a su potencial de hace solo unos años. Los Heat sufrieron muchísimo en la final de Conferencia ante los Pacers, un equipo que, a juzgar por la edad y el rendimiento de sus jugadores, va a más y se conforma como uno de los más sólidos aspirantes. Ya antes, en las semifinales ante los Bulls, saldadas con un contundente 4-1, pasaron dificultades los Heat. Ahora, los Bulls, con Rose ya recuperado de la lesión que le apartó de las canchas toda la temporada, suspiran por una revancha en la que también puedan contar con Luol Deng, otro de sus titulares lesionado cuando se enfrentaron en los playoffs.
Los principales fichajes
Dwight Howard. Deja a los Lakers y convierte en aspirante a Houston.
Pierce, Garnett y Terry. El trío deja huérfanos a los Celtics y refuerzan las posibilidades de Brooklyn.
Iguodala. Abandona Denver y refuerza las posibilidades de un buen equipo como Golden State, semifinalista de la Conferencia Oeste la pasada campaña.
Josh Smith. El exjugador de Atlanta intentará relanzar su carrera por Detroit que ha apostado fuerte: cuatro temporadas y 54 millones de dólares.
Andrew Bynum. Nueva oportunidad en Cleveland para el controvertido pívot al que ni siquiera se vio en Filadelfia.
Kevin Martin. El mejor anotador en el mercado deja a los Thunder y refuerza a Minnesota.
Otros. Brandon Jennings (de Milwaukee a Detroit), OJ Mayo (de Dallas a Milwaukee), Kirilenko (de Minnesota a Brooklyn), Scola (de Phoenix a Indiana), Holiday (de Filadelfia a Nueva Orleans), Al Jefferson (de Utah a Charlotte), Millsap (de Utah a Atlanta), Tyreke Evans (de Sacramento a Nueva Orleans), Bledsoe (de Clippers a Phoenix), Monta Ellis (de Milwaukee a Dallas), Vasquez (de Nueva Orleans a Sacramento), JJ Redick (de Milwaukee a Clippers), Jack (de Golden State a Cleveland), Robin Lopez (de Nueva Orleans a Portland), Corey Brewer (de Denver a Minnesota), Thomas Robinson (de Houston a Portland), Dudley (de Phoenix a Clippers), World Peace (de Lakers a Nueva York), Nate Robinson (de Chicago a Denver), Kaman (de Dallas a Lakers), Dunleavy (de Milwaukee a Chicago), Landry (de Golden State a Sacramento), Hickson (de Portland a Denver), Gortat (de Phoenix a Washington) y Okafor (de Washington a Phoenix).
Kevin Durant es uno de los grandes aspirantes a destronar a LeBron. En abril se sinceró en la revista Sports Illustrated y habló sobre su hartazgo por haber permanecido toda su vida a la sombra de alguna figura. “Fui el segundo mejor jugador en la universidad. Fui el segundo en el draft. En tres ocasiones he sido el segundo en las votaciones para el MVP. He sido el segundo en las finales. Estoy cansado de ser el segundo. No voy a conformarme con esto”.
El escepticismo se cierne sobre los Thunder, dado que han perdido el concurso de Kevin Martin, y en Oklahoma City sigue echándose de menos a James Harden, el barbudo alero que fue clave para que alcanzaran la final en 2012, tras la que emigró a Houston. El general manager de la franquicia, Sam Presti, considera que los jugadores con los que cuenta Scott Brooks pueden seguir mejorando y son suficientes para aspirar a lo máximo. El club apostó fuerte con la renovación de Serge Ibaka, al que recomendó que no jugara el Eurobasket, y del que espera que siga mejorando su rendimiento (13,2 puntos, 7,7 rebotes y 3 tapones de media la última temporada).
La recuperación de Russell Westbrook, lesionado en los playoffs, se ha retrasado un poco más de lo esperado ya que ha tenido que ser operado por segunda vez de su rodilla derecha. Su ausencia en el arranque de la competición dará nuevas oportunidades al base reserva Reggie Jackson y también a Jeremy Lamb. “Me gusta el progreso de cada uno de los jugadores y la oportunidad que tengo para alcanzar una nueva fase como líder del equipo”, se sincera Durant. “Personalmente pienso que, desde que James (Harden), nos dejó, todos pensamos que alguien necesita ocupar su hueco. Pero tenemos un gran equipo y si todos cumplimos con nuestro trabajo y cumplimos con nuestro papel, deberíamos estar bien”, conviene Westbrook.
Para el que no hay más excusas es para Dwight Howard. Después de su tormentoso y decepcionante paso por los Lakers –Dwightmare (la pesadilla de Dwight) lo ha titulado la prensa estadounidense-, el pívot nacido en Atlanta hace 27 años, ha optado por unirse a los Rockets, que pasan de manera automática a convertirse en uno de los candidatos al título, a pesar de que en su encuesta anual los general manager, solo han citado como aspirantes a Miami (75,9%), Indiana, San Antonio —unos segundos le separaron del anillo la pasada temporada e insiste con Parker, Duncan y Ginóbili—, Chicago, Clippers —Doc Rivers llega para dirigir a Chris Paul y Griffin— y Oklahoma.
A Howard se le supone ya completamente recuperado de la lesión de espalda de la que fue operado tras su última temporada en Orlando. “Mi decisión de fichar por los Rockets fue muy valiente porque todo el mundo decía ¿Cómo va a dejar a los Lakers y sus seis billones de seguidores? Pero no me importa ser un paria o haber quedado mal. Todo lo que deseo es ganar y estoy en la situación correcta”, se confiesa la nueva estrella de los Rockets. Tras haber chocado con Kobe Bryant y no haber encajado junto a Pau Gasol, de su grado de compenetración y química con James Harden y Jeremy Lin dependerá gran parte del éxito del equipo de Houston.
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