España, epicentro de un torneo explosivo

El baloncesto español marca la pauta en el Campeonato de Europa que se celebra en Eslovenia del 4 al 22 de septiembre. La nueva selección dirigida por Juan Antonio Orenga es el referente. Pese a sus destacables bajas, se mantiene en el punto de mira de un paquete de aspirantes en el que sobresalen la Francia de Tony Parker, la Serbia de Krstic, la Lituania de Kleiza y Valanciunas, la Grecia de Spanoulis y la Turquía de Ilyasova, Asik y Turkoglu.

Se presenta una magnífica oportunidad para ese grupo de selecciones de élite, sin menoscabo de la sorprendente Macedonia, la siempre competitiva Lituania o una Eslovenia que juega en casa. España, campeona en 2009 y 2011 y ya clasificada como anfitriona para el Mundial de 2014, afronta el torneo con sensibles ausencias. No competirán en las canchas eslovenas Pau Gasol y Navarro, la pareja capital en su colección de podios de los últimos años y los MVP en sus exitosos Europeos en Polonia y Lituania. Sin olvidar las ausencias de Felipe Reyes, Ibaka o Mirotic.

Desde hace 36 años, ninguna selección ha podido extender su hegemonía y ganar tres ediciones consecutivas del Europeo

Orenga, que debuta como seleccionador tras relevar a Sergio Scariolo después de los Juegos Olímpicos en Londres, seguirá contando con estupendos jugadores y especialmente con un cuarteto de lujo, el formado por Marc Gasol, Calderón, Ricky Rubio y Rudy Fernández. Se mantiene un colectivo capacitado para afrontar el reto histórico de sumar su tercer título consecutivo. El dominio contrastaría con la sucesión de seis campeones diferentes entre 1999 y 2009: Italia, Serbia, Lituania, Grecia, Rusia y España.

Desde hace 36 años, ninguna selección ha podido extender su hegemonía y ganar tres ediciones consecutivas del Europeo, combinadas además con el título Mundial en 2006 y la plata olímpica en 2008 y 2012. Fueron otros tiempos los que marcaron la supremacía de la URSS y Yugoslavia, países que a partir de los años noventa se fragmentaron en diversas repúblicas. Los cambios políticos también incidieron de manera crucial en el baloncesto. Del dominio apabullante de la URSS, que sumó ocho títulos consecutivos desde 1957 hasta 1971 con nombres legendarios como Paulauskas y Belov, o de Yugoslavia, coronada tres veces desde 1973 hasta 1977 con figuras como Cosic, Dalipagic, Delibasic, Kicanovic o Slavnic, se pasó a un periodo caracterizado por la igualdad y las alternativas.

Son muchos los aspirantes sólidos a triunfar en el Eurobasket de Eslovenia. El cartel oficial del largo y exigente campeonato -compiten 24 países con una primera fase con cuatro grupos que clasificará a los 12 mejores para una segunda fase que establecerá los enfrentamientos directos de los cuartos de final-, indica por dónde pueden ir los tiros y señala las esperadas estrellas: Parker (San Antonio), Spanoulis (Olympiacos), McCalebb (Fenerbahçe), el base de Nueva Orleans que lidera la selección macedonia, Marc Gasol (Memphis) y Goran Dragic (Phoenix).

La NBA y los jugosos contratos de su cada vez más numerosa colonia europea merman a la mayoría de selecciones

Junto al repóquer de figuras concurre un puñado de jugadores notables: el montenegrino Vucevic (Orlando), los lituanos Valanciunas y Kleiza (Toronto), el israelí Casspi (Houston), el griego Papanikolaou (Barcelona), el italiano Belinelli (San Antonio), los franceses Batum (Portland), Diaw (San Antonio) y Petro (Atlanta), el polaco Gortat (Phoenix) o el macedonio Antic (Atlanta). No faltará competitividad y tampoco ojeadores, siempre pendientes de la progresión de jóvenes de los que se espera mucho, entre otros, el croata Saric (Cibona), el checo Satoransky (Cajasol), el serbio Nedovic (Golden State), el ruso Karasev (Cleveland) o el italiano Melli (Milán).

La NBA y los jugosos contratos de su cada vez más numerosa colonia europea merman a la mayoría de selecciones. Las franquicias estadounidenses tratan de convencer a sus jugadores de que descansen y no se expongan a lesiones y a la sobrecarga física que comporta competir en un Europeo. En ese caso estaría Ibaka (Oklahoma). Sea por ello, por lesión o, en definitiva, por decisión propia, tampoco competirán en Eslovenia los franceses Noah (Chicago), Seraphin (Washington), Mahinmi (Indiana), Gobert (Utah) y Turiaf (Minnesota), el montenegrino Pekovic (Minnesota), los alemanes Nowitzki (Dallas), Kaman (Lakers) y Olbrecht (Philadelphia), los griegos Koufos y Calathes (Memphis), Diamantidis (Panathinaikos) y Schortsanitis (Maccabi), los británicos Deng (Chicago) y Freeland (Portland), los italianos Bargnani (Knicks), Hackett (Siena) y Gallinari (Denver), los eslovenos Lorbek (Barcelona) y Udrih (Knicks), el georgiano Pachulia (Milwaukee), los rusos Kirilenko (Brooklyn), Khryapa y Kaun (CSKA) y Mozgov (Denver), el serbio Teodosic (Fenerbahçe) y el croata Planinic (Khimki).