El hambre del Bayern no tiene fin
Tras conquistar el triplete, el cuadro bávaro, con Thiago y Götze, quiere imponer nuevamente su ley en la Bundesliga
Medio siglo después del nacimiento de la Bundesliga, Bayern de Múnich y Borussia Monchengladbach — todo un clásico de los 70— descorchan desde las 20.30 (Canal + Fútbol) una competición pendiente del matrimonio entre el técnico más laureado del último lustro y un club que viene de conquistar todos los confines del fútbol. Pep Guardiola aterriza en el fútbol alemán después de haber logrado 14 de 19 títulos posibles con el Barça entre 2008 y 2012, incluidas las Ligas de Campeones de 2009 y 2011, con la exigencia de estar a la altura del triplete — Liga, Copa y Champions— logrado por su antecesor, Jupp Heynckes.
El hambre del club bávaro, inmerso en la polémica por evasión fiscal de su presidente, Uli Hoeness, es insaciable. “Queremos lograr algo que nadie ha hecho antes en Europa, ser incluso más fuertes, por eso no hay discusión sobre estar satisfechos”, aseguró Matthias Sammer, director deportivo del Bayern. “Queremos lograr otra vez el triplete, ganar la Supercopa de Europa — el próximo día 30 frente al Chelsea— y el Mundial de Clubes”. El primer título ya les ha sido esquivo: Borussia Dortmund se llevó el 27 de julio la Supercopa alemana en su estadio al derrotar 4-2 a los de Guardiola.
Fieles a la tradición, el Bayern maximiza sus fichajes: no solo logra grandes jugadores, sino que se nutre dela propia Bundesliga, debilitando a sus rivales. El traspaso de Mario Götze — por 37 millones de euros— fue un golpe de Estado en Dortmund. Por otro lado, la petición expresa para traerse a Thiago del Barça, que recibió 25 millones de euros, sitúa al centrocampista como una de las piezas claves para su juego de posesión. Mientras, mantiene los puñales de Robben y Ribéry en las bandas, una zaga sólida y dos poderosos laterales como Lahm y Alaba.
Entre los puzles que debe resolver Guardiola están la configuración del centro del campo y su figura del falso nueve. La solidez de Javi Martínez, Luis Gustavo y Bastian Schweinsteiger, el pegamento del equipo en los últimos años, fue clave el pasado curso. El esquema de un solo pivote podría provocar la salida del potente medio brasileño al Wolfsburgo y que uno de los otros dos tuviera que cambiar de posición. En la delantera, la venta de Mario Gómez al Fiorentina —por 20 millones de euros—deja al croata Mandzukic y al peruano Pizarro como únicos arietes clásicos. Guardiola ha contado en pretemporada con Thomas Müller como nueve, posición en la que ya jugó cuando irrumpió en el Bayern de Louis van Gaal. También podría probar con Götze.
Que un equipo como el Dortmund, que jugó la final de la Champions, solo pudiera acabar a 25 puntos del Bayern el pasado curso da muestras de la magnitud del desafío que tiene por delante Jürgen Klopp. “Tienen la que podría ser la plantilla más excepcional del mundo, haremos lo que podamos pero por ahora eso es ser segundos”. El dinero de Götze se lo ha gastado en Mkhitaryan, mediapunta armenio del Shakhtar Donetsk por el que ha pagado 25 millones —la incorporación más cara de su historia— y en el veloz extremo gabonés Aubameyang, que le ha costado 15. Mientras Lewandowski, al que el club se ha negado a traspasar al Bayern, encara su último año de contrato, Klopp depende del despliegue de Gündogan y en la verticalidad de Reus para pelear el título.
“En lo alto veo a Bayern y Dortmund casi igualados” asegura el seleccionador alemán, Joachim Löw. “Con todo el respeto por Bayer Leverkusen y Schalke 04 [tercero y cuarto la pasada campaña], no veo ningún otro candidato al título”. El primero, que cuenta con el pichichi del pasado curso, Stefan Kiessling, ha vendido al desequilibrante André Schurrle al Chelsea por 20,8 millones y ha fichado al surcoreano Son, el versátil delantero del Hamburgo, por 10. Mientras, el Schalke, que sufrió hasta la última jornada para que el sorprendente Friburgo no le quitara el billete de Champions, mantiene a Huntelaar en punta, al poderoso central griego Papadopoulos y ha fichado al ariete húngaro Szalai, canterano del Real Madrid .
Además de Martínez y Thiago, el campeonato alemán cuenta otros cuatro españoles. Álvaro Domínguez protegerá la zaga del Monchegladbach, Palop será el suplente de Leno en la meta del Leverkusen y los delanteros Joselu y Ezequiel Calvente buscarán un hueco en el Eintracht y el Friburgo.
Tras la primera final alemana de la Champions, la Bundesliga quiere erigirse en el campeonato del futuro. En la Liga de presupuestos equilibrados, entradas baratas y estadios llenos, el Bayern quiere implantar su propia hegemonía europea, con Guardiola en el puesto de mando.
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