“Dejo los Lakers, pierdo 30 millones y me arriesgo para ganar”

Once meses. Ese es el tiempo que ha durado la aventura de Dwight Howard con los Lakers, truncada tras su decisión de fichar por Houston. Llegó a Los Ángeles en agosto de 2012 todavía convaleciente de la operación de espalda a la que se sometió en abril de aquel año y en los 80 partidos oficiales que disputó con la camiseta de oro y púrpura no acabó de convencer. Se esperaba muchísimo más de la alianza entre el pívot más dominante de la Liga, como muchos le consideran, y tres ‘all stars’ como Kobe Bryant, Pau Gasol y Steve Nash. El adiós de Howard no hace más que confirmar el fiasco del equipo que más se gastó esta temporada en salarios, unos 78 millones de euros, y que tuvo muchísimos problemas para entrar en el último suspiro en los playoffs, en los que fue barrido en la primera ronda por San Antonio (4-0).

Howard quedaba en situación de agente libre. Podía decidir sobre su futuro. Los Lakers le hicieron una estupenda oferta para prolongar su contrato: 118 millones dólares, unos 92 millones de euros, por cinco años. Pero lo que no pudo ofrecerle fue la cabeza de Mike D’Antoni. El entrenador no se entendió con Howard, que tampoco vio con buenos ojos el paternalismo con el que fue tratado por Kobe Bryant. Esos factores han pesado lo suyo en la decisión final de Howard de elegir una oferta menor en lo económico como la de Houston: 89 millones dólares, casi 70 millones de euros, por cuatro temporadas. Tuvo mucho que ver también la insistencia de los pesos pesados de Houston, desde el entrenador Kevin McHale, hasta el director general Daryl Morey, pasando por exjugadores de la franquicia como Hakeem Olajuwon y Yao Ming. Y por supuesto, también fue importante la presencia en el equipo de varios jugadores con los que Howard puede aspirar a grandes metas como James Harden, Chandler Parsons, Jeremy Lin y también la intención de fichar a un jugador importante como Josh Smith, procedente de Atlanta.

Ahora decido lo mejor para mí. La gente se enfadará de cualquier forma, así que prefiero ser feliz

Howard ha razonado su decisión en una entrevista concedida al periodista Alex Kennedy de Hoopsworld. “Ha sido muy, muy difícil dejar los Lakers. La gente no lo entendería. Alejarse de ellos, renunciar a ganar 30 millones de dólares más. Eso demuestra que quiero ganar. No importa otra cosa que no sea ganar. Dejo seis millones de aficionaos, dejo una franquicia histórica… Es difícil y corro un riesgo muy grande. Aprendí mucho de la situación en Orlando cuando tenía miedo de alejarme por no hacer daño a la gente. Ahora decido lo mejor para mí. La gente se enfadará de cualquier forma, así que prefiero ser feliz”, afirma el pívot de 27 años y 2,11 metros.

Howard reconoce que pidió a los Lakers tener a Phil Jackson como entrenador y asegura que Kobe Bryant no dijo que iba a enseñarle a ser un ganador. “Se manipularon sus palabras. En mi opinión, soy un ganador. Juego en la NBA desde hace nueve años, llegué desde una pequeña escuela de Atlanta. Soy un ganador. Estoy teniendo éxito en la vida. He tenido problemas y no mejor que el de al lado, pero voy a intentar ser ganador y trataré de ganar un anillo”.

Aprendí mucho de la situación en Orlando cuando tenía miedo de alejarme por no hacer daño a la gente

El jugador, que lucirá el dorsal número 12 de los Rockets, tiene previsto perfeccionar su juego este verano a las órdenes de Hakeem Olajuwon y se ha mostrado especialmente entusiasmado por las expectativas de formar equipo con James Harden. “Tenemos la oportunidad de crecer juntos. He estado hablando con Harden acerca de liderar juntos al equipo y de ganar anillos. Olajuwon puede hacerme crecer como jugador en el poste y mi juego en general”.