La Fiscalía italiana investiga a 41 clubes por evasión fiscal

Desde hace un año, la fiscalía de Nápoles tiene bajo la mira a 41 clubes de fútbol italianos. Sospecha que, tras la compraventa de algunos jugadores, se oculta una máquina muy bien engrasada para evadir dinero al fisco en la que participarían equipos, futbolistas y, sobre todo, 12 representantes, entre los que sobresale el nombre de Alessandro Moggi, ya condenado por un asunto similar en 2009 junto a su padre, Luciano Moggi, expresidente del Nápoles y epicentro del escándalo Calciopoli. En busca de pruebas, decenas de agentes de la Guardia de Finanza, la policía fiscal italiana, registraron ayer las sedes de los clubes, entre los que se encuentran 18 de la serie A.

Los delitos que la fiscalía de Nápoles pretende demostrar no son menores: asociación para delinquir, evasión fiscal internacional, elaboración de facturas falsas y blanqueo de capitales. También se investiga la presunta gestión fraudulenta de los derechos de imagen y de televisión. Entre los clubes que recibieron la visita de la Guardia de Finanza se encuentran Juventus, Milan, Inter, Roma, Nápoles y Lazio. Según Nicola Lombardo, portavoz del Nápoles, “no se trató de un registro, sino de una simple petición de documentos”.

Según fuentes de la fiscalía que citan los medios italianos, por el momento no habría ningún jugador imputado en la investigación, si bien ya ha salido a la luz la lista completa de las operaciones de compraventa que estarían bajo sospecha. Ninguna atañe, por el momento, a equipos españoles. Además de los 18 clubes que en la temporada que acaba de terminar disputaron la serie A, también están siendo investigados equipos de serie B y de divisiones inferiores. Además de los contratos firmados por el intermediario Alessandro Moggi, se están mirando con lupa los suscritos por el agente Alejandro Mazzoni, representante, entre otros, del jugador argentino Ezequiel Lavezzi, actualmente en el Paris Saint-Germain.