La calculada confesión de Ullrich
El ganador del Tour de 1997 admite por primera vez que se dopó con la ayuda de Eufemiano Fuentes, pero asegura que lo hizo para estar al nivel de sus rivales
A una semana de que ruede otra vez el pelotón del Tour de Francia, el ganador de la ronda más prestigiosa del ciclismo en 1997, el único alemán en lograr semejante hazaña, Jan Ullrich, decidió confesarse al semanario Focus y reconocer, por primera vez, que sí, que recurrió a sustancias prohibidas para mejorar su rendimiento encima de la bicicleta y que sí, que fue el médico español Eufemiano Fuentes, el mismo que fue condenado a un año de cárcel en el reciente juicio por la Operación Puerto, quien le ayudó a doparse. “Sí, utilicé los tratamientos de Fuentes. Casi todo el mundo tomaba en esa época sustancias dopantes. No he tomado nada que los demás no hayan tomado”, reconoce Ullrich, que fue corredor profesional entre 1994 y 2006, en sus declaraciones.
A pesar de estas palabras, la confesión del mejor ciclista alemán no es un reconocimiento franco y directo, sino que viene matizado por una excusa: “No tomé nada que los otros ciclistas no tomaran. Lo que hice no es engañar porque para mí la trampa empieza cuando tienes alguna ventaja sobre los demás. Ese no era el caso. Lo que yo quería era tener las mismas oportunidades que mis rivales”,
argumenta el ciclista, que hoy tiene 39 años y que se retiró en 2007, un año después de que estallara la Operación Puerto y después de que el Tour le impidiera, como a Basso, también implicado, participar en el Tour de 2006.
Hasta ahora Ullrich, que también logró la Vuelta a España de 1999 y la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, había negado de forma tajante haberse dopado, aunque sí había reconocido haber tenido contacto con el médico canario que estaba en el centro de esa trama, desmantelada en 2006 en el marco de la mayor operación contra el dopaje de deportistas de élite en España.
Nacido en la antigua Alemania del Este y uno de los deportistas alemanes más admirados antes de caer en desgracia por su relación con el dopaje, Ullrich fue condenado el año pasado por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) a dos años de suspensión por dopaje y vio cómo todos sus resultados deportivos desde mayo de 2005 eran borrados de la historia del ciclismo.
Las palabras de Ullrich tuvieron respuesta casi inmediata del presidente del Comité Olímpico Alemán, Thomas Bach: “Es muy poco y es muy tarde”, dijo ayer.
“Jan Ullrich tuvo la oportunidad hace un par de años de ganar credibilidad al admitir su culpa y la perdió. Lo de hoy es para mí la confirmación de unos hechos que ya eran bien conocidos y que no ayudan ni a Jan Ullrich ni al ciclismo”, añadió Bach, que es también candidato a presidir el Comité Olímpico Internacional.
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