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Confiados a una cantera descuidada

El club gallego, con 156 millones de deuda, no tiene dinero para invertir en la plantilla

Los jugadores del Dépor al finalizar el partido.
Los jugadores del Dépor al finalizar el partido.MIGUEL RIOPA (AFP)

Tras dos meses en sus entrañas, la administración concursal del Deportivo concluyó el pasado marzo que el club es viable. “La continuidad de sus actividades es el escenario menos malo para acreedores, economía local y fútbol nacional”, explicaba. Seguramente era el único punto de aquel escrito con el que estaba de acuerdo Augusto César Lendoiro, que el próximo día 13 cumplirá un cuarto de siglo al frente de la entidad. Tras casi medio año de proceso concursal, en el Deportivo no solo no se ha gestado ningún acuerdo sino que el juez que lo tutela se ha visto obligado a lanzar una advertencia a administrador, administrado y principales acreedores (Agencia Tributaria, Novagalicia y Banco Gallego): “Si no negocian, esto se ha acabado”.

El descenso señala de nuevo a los despachos y abre el escenario más complicado de los posibles porque la deuda a enjugar supera los 156 millones. Cuando perdió la categoría hace dos años, el club tenía derecho a una compensación por el descenso en un bote común al que aportaban la mayor parte de los clubes, un total de 15 millones, y optó por armar un equipo de garantías para el regreso a Primera. Mantuvo salarios y a todos los futbolistas que pudo, cerró un presupuesto cercano a los 45 millones, el mismo con el que la Real Sociedad ha llegado este año a la Liga de Campeones. Nada será igual a partir de ahora. “Deberemos hacer un proyecto desde la cantera”, dice Lendoiro.

Los administradores concursales piden máxima austeridad

El técnico, Fernando Vázquez, que espera cerrar en breve su continuidad, asume ese escenario de penuria y de trabajo con los jóvenes, pero la base del Deportivo semeja un erial. La gran mayoría de los recursos económicos siempre se han destinado al primer equipo y casi ninguna promesa se ha consolidado. Ahora les pedirán protagonismo. Tomarán galones gente como Álex Bergantiños y Juan Domínguez, seguirá un año más Manuel Pablo, pero huérfano de referentes como Valerón. Marchena acaba su vínculo y la ficha de Aranzubia podría ser inasumible porque los administradores piden “máxima austeridad”.

Futbolistas como Camuñas y Abel Aguilar estaban cedidos, también los portugueses Silvio, Kaká, Nelson Oliveira, Evaldo, André Santos, Pizzi y Salomão. No parece que la entente con el agente Jorge Mendes se vaya a reeditar. Y el Deportivo necesita salir al mercado porque tan solo dispone, contando a los cedidos Seoane y Juan Carlos (ambos suplentes en Córdoba y Huesca), de 12 futbolistas firmados de cara a la próxima campaña. Empieza una travesía por el desierto. La última duró un año; la anterior, entre 1973 y 1991, casi dos décadas.

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