“Este reglamento es muy inhumano”
Balotelli pide que se endurezca la ley contra los abucheos racistas y se enfrenta a los aficionados del Fiorentina, que le llaman “ladrón”
Un viaje en autobús provoca la coincidencia. El domingo, el Milan gana en Siena (1-2) y le arrebata al Fiorentina (1-5, Pescara) la última plaza italiana para jugar en la Champions. Mario Balotelli logra en el minuto 84 su 12º gol del campeonato tras provocar un penalti muy discutido, el trampolín de una remontada increíble en los últimos tres minutos (Mexes suma el 1-2 en el m. 87). “Si digo todo lo que pienso, no vuelvo a jugar en Italia”, tuitea Gonzalo Rodríguez, ex del Villarreal ahora en el Fiorentina, sin saber que su voz y la de sus compañeros (“Les han regalado el penalti”, dice Manuel Pascual) caldean el ambiente para un suceso inesperado. Resulta que el Milan tiene que pasar por Florencia para volver a casa. Mientras esperan al lado del autobús para coger el tren, los futbolistas de Allegri ven cómo se agolpan aficionados de la Fiore. “!Ladrones!”, les gritan, mientras imitan ladridos y gritos simiescos. “¡Solo sabéis robar!”. Puestos ante una provocación racista, Balotelli y Robinho se encaran con los radicales. Solo la seguridad privada les separa y evita males mayores llevándoles de vuelta al tren.
“Esta ley que si dejo el campo por los buus racistas, dejo mi equipo con 10... Por favor revisen este reglamento es muy inhumano”, escribe en su twitter, nada más subirse al tren, Balotelli. La reglamentación italiana deja al criterio del árbitro detener el partido en el caso de incidentes racistas y coloca a los futbolistas ante la necesidad de tomar una decisión individual (quedarse o irse del campo), razona Balotelli.
El italiano, hijo de emigrantes nacido en Sicilia, conoce bien el problema. El pasado lunes, el Roma fue sancionado con 50.000 euros por los cánticos racistas que sus aficionados pronunciaron en contra el punta. En lo que va de 2013, Juventus e Inter han sido castigados por racismo: 30.000 euros para los primeros y 65.000 euros para los segundos, porque la Curva Nord, donde se reúnen sus radicales, mostró plátanos hinchables e imitó gritos simiescos contra Balotelli, al que en otro partido le gritaron: “¡No hay negros italianos!”.
Balotelli ha vuelto hoy a Florencia para unas pruebas con la selección, y la policía ha reforzado la seguridad
El delantero, que es negro, regresó hoy a Florencia para pasar unos exámenes médicos previos a la preparación de la selección italiana para la Copa Confederaciones que arranca en junio en Brasil. La policía confirmó que había aumentado las medidas de seguridad en el centro de entrenamiento de Coverciano, que está a las afueras de Florencia, para evitar más incidentes.
La insistencia con la que le persiguen los racistas desde que volvió a Italia en el mercado invernal, tras su aventura en el Manchester City inglés, ha hecho mella en el delantero. Se vio en Florencia, en el Campo de Marte. Solo el dispositivo de seguridad evitó que se enfrentara a los radicales que le provocaban.
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