El “escalón” mental
Djokovic, Federer y Murray, que debutan hoy, y Nadal se reparten el 94% de los grandes y el 82% de los ‘masters 1000’ desde 2005
El síntoma es Grigor Dimitrov. Cuando el prometedor búlgaro ve el cuadro del Mutua Madrid Open, su mente se llena de tinieblas. Ayer ganó su primer partido frente a Javier Martí (6-2 y 6-4) y en segunda ronda le espera hoy (no antes de las 20.00) el serbio Novak Djokovic, al que perdonó en Indian Wells cometiendo cuatro dobles faltas al sacar para llevarse el primer set. No fue un caso único. Un torneo después, en Miami, Dimitrov sumó otras tres frente al británico Andy Murray cuando tenía en su mano abrochar la manga inaugural. Esas siete dobles faltas decisivas se enraizan en dos datos: entre el serbio, el británico (que debuta hoy contra el alemán Mayer), Roger Federer (hoy contra Stepanek) y Rafael Nadal se han repartido el 94% de los torneos grandes y el 82% de los masters 1000disputados desde 2005. Su leyenda pesa en la mente de los rivales en los momentos clave.
“Definitivamente, hay un escalón entre nosotros y el resto a nivel mental”, concede Djokovic en Madrid. “Hay cuatro jugadores que estamos ganando los grandes y los torneos más importantes. No se puede descontar a los Ferrer, Tsonga, Berdych…”, prosigue; “pero creo que la experiencia que hemos ganado jugando al máximo nivel y ganando la mayoría de grandes nos ayuda a tener la confianza necesaria y la estabilidad emocional en los momentos cruciales de los partidos. El resto de jugadores no poseen ese tipo de confianza en sí mismos”.
“Hay cuatro jugadores que estamos ganando los grandes y los torneos más importantes. No se puede descontar a los Ferrer, Tsonga, Berdych…” Djokovic
En el tenis, el miedo se concentra en los desempates. Los tie-breaks se deciden desde el convencimiento, marcan distancia entre los que juegan solo con raqueta y los que tienen un músculo en el cerebro. Desde que se registra la estadística, nadie ha ganado más que Federer (66%). Djokovic es el cuarto mejor (63%), seguido por Nadal (62%) y a poca distancia por Murray (séptimo, 61%).
“Mentalmente, unos días puedes ser mejor que otros”, razona Murray. “La consistencia es lo más importante. Rafa es extremadamente fuerte mentalmente. La forma en que ha vuelto de su lesión [siete meses de baja; tres títulos y dos finales\], lo demuestra. La superficie también influye. En tierra, Rafa no tiene muchas dudas. Se siente a gusto. Como Roger sobre hierba: le ayuda a ser mentalmente fuerte”.
Un torneo 'rumano'
El dato no ha pasado desapercibido en los aledaños del vestuario, por donde se mueven los agentes, los entrenadores y los directores de otros torneos. Contraviniendo una de las leyes no escritas del tenis, aquella que dicta que las invitaciones (wild cards) se conceden a los tenistas del país en el que se celebra el torneo (cuestión de atraer al público y de ayudar al desarrollo de los talentos de la zona), en el Mutua de Madrid ha habido dos competidores semidesconocidos en el cuadro principal.
Marius Copil, el número 136 del mundo, fue premiado con una de las codiciadas invitaciones, para sorpresa de los españoles con mejor ránking que no pudieron acceder a la cita del masters 1000. En la misma situación se encontró Simona Halep, la número 64. Los dos, destacaron fuentes sobradamente conocedoras de lo que implica organizar un torneo, tienen una cosa en común: son rumanos. Los derechos del torneo de Madrid están en manos del rumano Ion Tiriac.
No es la única huella del país en el torneo. Quien tiene el privilegio de pasearse por las tripas de la Caja Mágica se encuentra con carteles en rumano pegados en las paredes y las puertas. Es la señal, según confirman desde la organización, de las decenas de operarios que vinieron desde Rumania para montar la zona VIP, las pistas y los puestos comerciales.
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