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Una alineación contra la altitud

El equipo de Sabella utilizó ante Bolivia en La Paz (1-1) a los jugadores que mejores registros tuvieron en cámaras hipobáricas

L. J. MOÑINO
Di María toma oxígeno durante el duelo en La Paz.
Di María toma oxígeno durante el duelo en La Paz.JUAN MABROMATA (AFP)

Di María, asistido por pequeñas bombonas de oxígeno adquiridas en Chile, igual que Mascherano instantes después. Messi hablando de “dolores de cabeza y mareos” que afectaron a otros compañeros en los momentos previos al partido. Las escenas del Bolivia-Argentina (1-1) del martes, disputado en La Paz, a 3.600 metros de altitud sobre el nivel del mar, han recordado la dureza de las condiciones en las que compiten las selecciones visitantes. Se habló incluso de una vomitona de Messi, luego desmentida por el propio jugador. “Terminé liquidado, con el oxígeno...”, aseguró Di María, que realizó un despliegue físico tan brutal que asombró al propio Messi: “Salía solo y nos dejaba a todos atrás. Fue impresionante lo que hizo”

Argentina no ha levantado la voz, ni ha puesto la altitud como excusa, pero es significativo que tanto su seleccionador Alejandro Sabella, como sus futbolistas, celebraran el empate como una victoria por el sobreesfuerzo al que sometieron a su organismo. Las recetas para combatir la altura son variadas. Perú, en octubre, antes de visitar Bolivia, sometió a sus futbolistas a una dura dieta de hidratos de carbono durante los 10 días que estuvo concentrada en Cuzco, a 3.100 metros sobre el nivel del mar, para cargar los músculos de glucógeno y obtener reservas energéticas de cara al esfuerzo a realizar.

Argentina aterrizó un día antes de duelo en la planicie de Santa Cruz de la Sierra y subió hasta La Paz solo un par de horas antes de jugar

Sabella, en cambio, escogió un plan similar al utilizado por José Pékerman en 2005 que ayudó a Argentina a acabar con tres décadas sin conseguir la victoria en Bolivia. La última databa de 1973, bajo la dirección de Sivori, que confeccionó una selección B que estuvo aclimatándose durante varios días.

Argentina aterrizó un día antes de duelo en la planicie de Santa Cruz de la Sierra y subió hasta La Paz solo un par de horas antes de jugar. El objetivo era no pasar más de seis horas soportando los efectos de la altitud. Utilizó también una cámara hipobárica, que simula las condiciones en altura, y que sirvió de guía a Sabella para diseñar una alineación con ocho cambios respecto a la que había vencido a Venezuela (3-0). El cuerpo médico le aconsejó que alineara jugadores livianos y con una gran resistencia aeróbica. Romero, Peruzzi, Campagnaro, Domínguez, Basanta, Clemente Rodríguez y Ever Banega, que fueron los que mejor adaptación mostraron en la cámara hipobárica, fueron titulares.

El cuerpo médico le aconsejó al seleccionador que alineara jugadores livianos y con una gran resistencia aeróbica

En 2007, la FIFA prohibió disputar partidos a más de 2.500 metros de altura, lo que provocó una reacción contraria en Bolivia —intervino hasta Evo Morales— y en Ecuador. Meses después, la FIFA rectificó. Xabier Azkargorta, que cubre su segunda etapa como seleccionador boliviano, dijo por entonces a este periódico: “La decisión de prohibir a Bolivia jugar en La Paz me parece absurda. ¿No juega con ventaja Rusia cuando juega en Moscú a 15 bajo cero? ¿No usa Brasil a su favor el factor campo cuando juega en Recife, con un calor y una humedad asfixiante que exige, como lo hace la altura en La Paz, un proceso de adaptación? La Paz siempre ha estado a la misma altura y, que yo sepa. Bolivia sólo se ha clasificado una vez para un Mundial”.

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Sobre la firma

L. J. MOÑINO
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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