“Mi fútbol es de la calle”
Isco jugaba hace dos años en Tercera, en el filial del Valencia, y hoy día es una de las mayores promesas del fútbol español
Lo suyo es duende puro. Dicen que es un diamante por pulir y él no lo niega. Isco, de 20 años, pasa por ser una de las mayores promesas del fútbol español, pero hace apenas dos años jugaba en Tercera, con el filial del Valencia. Antonio Fernández, el arquitecto de este Málaga ya en cuartos de la Champions, le rescató para el proyecto malacitano y Pellegrini hizo el resto. Soñaba con parecerse a Iniesta y hoy comparten concentración en la selección española.
Pregunta. ¿Cómo se explica que el Valencia pasara de usted?
Respuesta. Estoy muy agradecido al Valencia, que me vino a buscar a Málaga y me dio una oportunidad. Pasé cinco años en el Valencia, en los que aprendí mucho. No me arrepiento de haberme ido; allí fui muy feliz y quién sabe dónde estaría ahora de no haber sido por eso. Es verdad que el último año no me fui muy bien, pero así es la vida…
P. ¿Guarda rencor a Emery?
R. No, rencor no. Mire, gracias a eso estoy en mi casa, en el Málaga, jugando en mi equipo de niño.
P. ¿Y qué le debe a Antonio Fernández?
R. ¡Mucho! Me conocía de las inferiores de la selección y fue una persona muy importante en mi fichaje por el Málaga. Le tengo mucho cariño.
Le pego al balón con efecto. Tengo los pies torcidos. Siempre he andado así”
P. ¿Cuándo supo que se podría ganar la vida como futbolista?
R. Lo que he intentado siempre es disfrutar del fútbol, en Tercera y ahora, porque si no, ¿para qué juegas? Yo lo que quiero es tener la pelota. Siempre la he pedido. De crío, en la calle de las Flores, los vecinos me conocían porque iba a todos lados con la pelota. Me he criado allí, en la calle; jugaba en la plaza con los amigos de mi hermano, todos mayores. Esa ha sido mi escuela, principalmente.
P. ¿Le pegaban muchas patadas los mayores?
R. Hombre, alguna que otra, pero mi hermano me cuidaba. A veces se mosqueaban porque era chiquitillo y les regateaba.
P. ¿Era muy vacilón?
R. No, vacilón no, juego como soy, solo eso. Y claro, cuando juegas con la pelota siempre cae alguna patada, pero a eso te acostumbras. Forma parte del fútbol.
P. Vive en un vestuario repleto de veteranos. ¿Qué ha aprendido en el Málaga?
R. ¡Todo! Llegué con 19 años, siendo un crío, sin minutos en Primera. Entré en un vestuario donde estaban Van Nistelrooy, Toulalan… Verme allí con Joaquín, que es un fenómeno, el más gracioso que he visto en un vestuario, pues tú mismo… He aprendido en cada entrenamiento y en cada partido, porque tengo 20 años, acabo de empezar y en el fútbol no dejas de aprender.
P. ¿Llegar a ese vestuario le asustó?
R. No, porque vine a disfrutar. Venía de Tercera y siempre tienes la incertidumbre de no saber qué va a pasar, pero mejor no ha podido salir. Es que el cambio es brutal… No tiene nada que ver… Me acuerdo del primer partido, contra el Granada: la afición se portó de fábula. Fue fundamental para coger confianza.
P. ¿Cómo lleva lo de ser un ídolo con 20 años?
R. No, ídolo no soy. Por lo menos, no me tengo por ello. Es verdad que desde que llegué a Málaga he sentido un cariño tremendo de la afición y la confianza de mis compañeros, pero no me siento ídolo de nadie. Me queda mucho por aprender.
P. ¿Qué le pide Pellegrini?
R. Que juegue al fútbol, que me asocie y que la pelota pase por mí. Me ha dado toda la confianza del mundo. Venía de Tercera y jugué 30 partidos de Liga.
P. ¿Insiste en corregirle algo?
R. Cuando paso algunos partidos flojos me dice que no me relaje. Y que intente no perder pelotas fáciles por hacer algo innecesario.
P. Vamos, que sea más práctico.
R. Sí, pero yo intento hacer lo mejor para el equipo, siempre. A veces una virguería es lo mejor. A fin de cuentas te salen cosas que llevas dentro y no lo puedes reprimir. Mi fútbol es así, un poco de calle, me gusta hacer cosas nuevas, sin forzar, pero probar. Mi fútbol sin pelota pasa desapercibido. Yo no robo balones, así que si no tengo el balón… sé que he de ir mejorando eso. Hay que trabajar y lo sé. Pero es verdad que me desgasto moviéndome y desmarcándome… A fin de cuentas, de lo que se trata es de ser valiente. Y creo que lo soy porque arriesgo, sin miedo a perderla. Yo siempre pido la pelota.
P. ¿A Xavi también se la pide?
R. Hombre, en la selección he jugado media hora pero en los entrenamientos la pido siempre, a Xavi y a quien sea.
Mi perro se llama ‘Messi’ porque Leo es el mejor y mi perro también”
P. Le pega a la pelota de una manera muy especial, ¿tiene que ver con la morfología de sus pies?
R. No creo, es verdad que camino de una manera rara, pero no creo que eso condicione mi golpeo. En eso he ido mejorando, antes no tiraba casi a puerta pero ahora le he pillado el gusto y me está saliendo bien. Le pego con el empeine interior, fuerte y colocado, con el efecto de fuera hacia dentro. Tengo los pies torcidos. Siempre he andado así.
P. ¿Es verdad que tiene un perro que se llama Messi?
R. Sí, un labrador, me lo regalaron el día después de que Messi metiera cuatro goles al Arsenal. Le puse ese nombre porque Messi es el mejor del mundo y mi perro también lo es.
P. ¿Tiene muchas novias?
R. No, novia no tengo. Ofertas para tener alguna sí… Pero estoy tranquilito en ese sentido, soy joven y cuando llegue la hora de tener pareja…
P. Me refería a novias futbolísticas…
R. ¡Ah! Eso no lo sabe nadie. Hoy estoy aquí, mañana ya veremos. Soy del Málaga de pequeño. He sido socio de niño antes de irme a Valencia y lo llevo muy dentro así que soy feliz y estoy aprendiendo. Ya se verá, ahora mismo no es algo que me preocupe mucho. Estoy disfrutando de lo que estoy viviendo y con eso me basta.
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