18 milésimas y un título
Dani Pedrosa, ‘pole’, y Jorge Lorenzo, simbolizan la igualdad entre Honda y Yamaha, que no se había visto en años
Fueron 18 milésimas de segundo las que separaron a Jorge Lorenzo de la victoria, brillante, firmada por Dani Pedrosa en Brno, hace solo dos semanas. Y también por 18 milésimas conquistó ayer el de Honda la pole en Misano. 18 milésimas son nada, menos que un parpadeo, menos que un chasquido de dedos. Y es nada lo que separa a Pedrosa de Lorenzo. Solo 13 puntos en la general cuando quedan 150 en juego hasta que el fin de fiesta cierre la temporada en Valencia. La distancia, escasa, no es casualidad. La igualdad entre uno y otro piloto es casi absoluta. Y lo es porque ambos se encuentran en el mejor momento de su carrera: maduros, conscientes de qué hacen y por qué son capaces de firmar cronómetros como los que firman vuelta a vuelta, atrevidos pero sin caer en la irreverencia que lleva a los pilotos menos experimentados a besar el asfalto. Pero lo es, también, porque la Yamaha y la Honda, en cuyo desarrollo han estado trabajando uno y otro en los últimos años, han alcanzado un nivel de perfección casi absoluto.
Tras probar diferentes chasis, tras exprimir motores nuevos, cada día con mejores prestaciones, y depurar detalles carrera a carrera, pasados más de cinco meses desde que arrancara el Mundial, este se resolverá en menos de dos. Seis carreras en las que se esperan pocas mejoras sustanciales en las máquinas, pocas diferencias entre las marcas, pues el desarrollo de esta Honda y esta Yamaha ha tocado techo. Pedrosa soporta el ligero rebote de su neumático trasero; y Lorenzo asume que lo poco que pierde en aceleración lo gana en plena curva. Seis carreras en las que el piloto, y la fortuna, que siempre cuenta, decidirán un título. De ahí que solo 18 milésimas dicten sentencia.
Ambos están en el mejor momento de sus carreras y sus motos son casi perfectas
Como ayer sobre el asfalto de Misano, un circuito que por fin vio la luz del sol tras cuatro días de lluvia, lo que permitió finalmente a los pilotos rodar en condiciones. Tuvieron poco tiempo de poner a punto sus motos mientras, a la vez, buscaban la vuelta rápida. Pedrosa, a quien fue difícil discutirle la pole, quiere mejorar algunos detalles en el calentamiento matinal y aspira a ganar por vez primera tres carreras seguidas. Y a Lorenzo, que fue progresando poco a poco hasta terminar segundo, le preocupa que su M1 es algo brusca en las aceleraciones y cómo responderán los neumáticos. Además, dice no saber si ha aprendido algo del duelo de Brno: “No tapé bien los huecos”. Ni uno ni otro recuerdan una temporada igual, en la que las grandes marcas que aspiran al campeonato estuvieran al mismo nivel. “El recuerdo de esta lucha será más bonito cuando todo termine. Con la presión es difícil disfrutarlo”, concede Lorenzo.
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