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Viñales no quiere líos

El español se descuelga de un grupo peleón para sumar la segunda victoria del año ● Cortese y Oliveira le acompañan en el podio

N. T
El piloto español Maverick Viñales, en Montmeló
El piloto español Maverick Viñales, en MontmelóToni Albir (EFE)

Todavía hoy no entiende por qué terminó por los suelos en Le Mans, hace dos semanas. Es lo que tiene la lluvia, que deja un asfalto mojado, resbaladizo, que no avisa de los peligros. Entonces cayó cuando marchaba en cabeza y contaba con apuntarse la victoria. Pero no lo hizo y su rival por el título, Sandro Cortese, resistió cual jabato, es perro viejo, para arrancar alguno puntos y ponerse líder del Mundial. Sigue el alemán siendo el líder (con siete puntos de ventaja). Pero Viñales se ha quitado la espinita de la última carrera.

Pudo secarse el trazado de Montmeló tras un corto chaparrón matutino. Y el de Roses (Girona), que salía desde la pole, lo tenía claro. Aguantó las primeras vueltas las embestidas de sus colegas, que tenían ganas de marcha. Pero se cuidó de mandar en la primera posición, para evitar sorpresas; y desde allí marcó el ritmo del grupo. Hasta que le vio las orejas al lobo, con tanto adelantamiento a sus espaldas. Así que se concentró en mantener sus tiempos, vuelta a vuelta, y terminó escapándose fácil llegado justo el ecuador de la prueba, a once giros del final.

No quería líos Viñales, que sentía un enjambre inquieto tras su colín. El grupo, extenso y peleón, abarcaba hasta una decena de pilotos: Khairuddin, Rossi, Vázquez, Masbou, Faubel, Cortese, Oliveira, Márquez, Rins y hasta Fenati. Al joven italiano, que al igual que le ocurriría al malayo, que se salió de la pista cuando rodaba en cabeza (vuelta cuatro), le benefició semejante batiburrillo de corredores ansiosos por subirse al podio. Tanto Khairuddin como Fenati recuperaron la estela de este pelotón de pilotos gracias a las incesantes peleas y adelantamientos entres unos y otros (hubo toques, salidas de la trazada, tubos de escape fuera de control...), lo que ralentizó su ritmo mientras Viñales abría cada vez una brecha más y más grande entre él y el resto.

Salvo el campeón, del guion de la carrera no pudo escribirse hasta el último y definitivo paso por meta. Hubo un par de damnificados por la batalla: Efrén Vázquez y Alex Rins, que cayeron a siete vueltas del final. Descartados estos dos, el podio se lo jugaron Cortese, Rossi, Faubel, Masbou, Oliveira, el propio Khairudin (que llegó a ser tercero a falta de una vuelta), y hasta un piloto invitado, Àlex Márquez, hermano de Marc y piloto del CEV, que ofreció una actuación sublime (suya fue la vuelta rápida de la carrera), con adelantamientos de vértigo: nadie tomaba las curvas más cerrado, nadie se metía mejor por el interior de las trazadas.

Al final, fueron Cortese, listo como pocos, y Oliveira, quienes acompañaron a Viñales en el podio.

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Sobre la firma

N. T
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

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