Bien por arriba y mal por abajo
El Chelsea, según sus rivales, sufre en la defensa pero brilla en la estrategia aérea
Fue el hombro sobre el que llorar para los pesos pesados del vestuario del Chelsea, agitados porque con André Villas-Boas perdieron tanta relevancia en el juego como minutos. "Estamos en crisis", llegó a decir Lampard, segundo capitán blue. Roberto Di Matteo, el hombro sobre el que llorar, cogió el relevo y compartió el mando con esos pesos pesados de un Chelsea que sigue sin un fútbol atildado pero que es efectivo. Así ven desde la Premier al rival mañana del Barça.
- La mano de Di Matteo. En el duelo vital del curso, ante el Nápoles tras perder por 3-1 en Italia, el nuevo técnico propuso a los viejo rockeros: Terry, Lampard, Essien y Drogba. Ganaron 4-1. "Villas-Boas se cargó a los veteranos y se los puso en contra", señala Ángel Rangel, lateral del Swansea. "Creía en los jóvenes", añade Denis Suárez, del filial del Manchester City. Pero algo cambió Di Matteo. "El técnico ha devuelto los galones a los jugadores importantes y les ha dado confianza. Es una solución a corto plazo, más psicológica que futbolística", aclara Roberto Martínez, entrenador del Wigan. "Ha cambiado el chip y funciona", apunta Mikel Arteta, medio del Arsenal. "Ha confiado en la experiencia y ha generado energía en el equipo y renovado ilusiones", amplía Rodolfo Borrell, mánager del filial del Liverpool. Toma la palabra Carlos Cuéllar, central del Aston Villa: "No ha llegado el buen juego, pero sí los resultados y se nota que los futbolistas pelean por su técnico". Rangel lo ve distinto: "Ahora usan más la contra, no están tan abiertos y son más del estilo de Mourinho".
- Defensa con agujero, contragolpe de la nada. A falta de cinco duelos para finalizar la Premier, el Chelsea ha recibido 38 redes, su peor registro de la década. "La zaga es el punto flaco; dejan muchos espacios, no hacen coberturas... no parece un equipo muy trabajado", resume Cuéllar. "Conceden ocasiones, pero quizá es porque tienen un lateral más ofensivo, tipo Barça, como Cole", sugiere Borrell. "El problema puede ser que las piernas de los veteranos ya no tienen tanta frescura", explica Rangel. Así lo cree Martínez: "Al grupo le falta juventud, pero lanza un contragolpe terrible". Opinan igual Suárez y Cuéllar: "A la contra son muy fuertes y rápidos, llegan dos veces y te matan". Lo explica Arteta: "No necesitan jugar bien para ganar y hacerte goles en llegadas puntuales". Pero este año la puntería no ha sido su fuerte.
- La mirilla desatinada. Pocos equipos disparan tanto como el Chelsea (576 veces, solo superados por el City y el Tottenham) y lo hacen tan mal. Suma 56 goles, lo que da un 10% de acierto a gol, el décimo de la Premier en esa estadística. "Es extraño porque tiene un gran disparo desde media distancia", conviene Borrell. "El año pasado Malouda y Kalou acabaron con muchos goles y si Torres hubiera marcado como en el Liverpool...", argumenta Cuéllar. "Eso es porque no recibe delante de portería como en el Liverpool", defiende Suárez. "Se presuponía que marcaría 20-25 dianas", intercede Arteta. Y Rangel apostilla: "Torres no tuvo un buen inicio ni de goles ni de juego". Pero todos coinciden, sin embargo, en que ahora El Niño da señales de ser como el de antes, del mismo modo que entronan a Mata.
- Mata, el picante. El domingo descuartizó al Tottenham en las semifinales de la Copa inglesa con dos pases interiores y un gol (que no fue). "Le da ese puntito de calidad al Chelsea", manifiesta Arteta. "Los demás se rompen los cuernos y él es el más listo", confirma Rangel. "Se sale, es decisivo", recalca Cuéllar. "Es necesario porque genera el juego ofensivo que les cuesta producir a los mediocentros", subraya Suárez. Pero Martínez también resalta la necesidad del equilibrio: "Sin defender bien, es muy complicado ganar partidos. Y Mata necesita esa fuerza a su lado, como Barry, De Jong o Touré acompañan a Silva en City". El problema del Chelsea es que tiene las piernas demasiado largas.
- Equipo de patada fácil. Con un partido menos, los blues son los que han visto más tarjetas amarillas en la Premier (67). "No son violentos, sino que aquí el fútbol es de ida y vuelta, de contacto", esgrime Borrell. "Casualidad", aprueba Martínez; "pero también les cuesta la transición defensiva y el hecho de no rematar los partidos lleva a cartulina". Arteta tiene otra visión: "Es un equipo noble pero agresivo, que le gusta ir al choque y la pelea". Cuéllar lo secunda: "Quizá tácticamente no estén muy bien posicionados y llegan tarde al balón". Eso no ocurre a balón parado.
- Las cazan al vuelo. Con ocho goles de estrategia (seis de córner y dos de falta), el Chelsea encabeza esta suerte en la Premier. "Terry, Cahill, Drogba, Ivanovic... Mucho poderío aéreo", dice Cuéllar. "También es porque Mata y Lampard ponen los balones de maravilla", interviene Arteta. "Por arriba no se les pilla", asegura Rangel. "Son muy complicados de detener cuando el balón va a la zona adecuada", aclara Martínez. Y Borrell ofrece una explicación: "Stamford Bridge no es grande, por lo que en cualquier córner, falta lateral o incluso saque de banda, la portería rival está más cerca. Y aquí eso se celebra como un penalti". Queda ver cómo le juega al Barcelona, pero nadie duda de que lo hará con los pesos pesados del vestuario.
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