Odom deja los Lakers rumbo a Dallas

Lamar Odom pone rumbo a Dallas tras siete años en Los Ángeles. Cuando hace unos días se resolvió el cierre patronal en la NBA, los Lakers se lanzaron a un desenfrenado cambalache para redecorar su equipo en pos de borrar la afrenta sufrida el curso pasado. En primera instancia, se frustró el trueque de jugadores a tres bandas que enviaba a Chris Paul a los Lakers y a Pau Gasol a los Houston Rockets. Pero ahora Lamar Odom, otro de los señalados e implicado en el cambio de cromos, abandona Los Ángeles y se marcha al campeón.

"No sé si acudiré al entrenamiento, lo dudo. Uno no quiere estar en un sitio donde no le quieren. Intentaré contestarles con la misma moneda", declaró hace dos días el ala-pívot de 31 años, evidenciando su malestar con los Lakers. Finalmente no acudió al entrenamiento y mostró su desencanto con la franquicia angelina, entre lágrimas, en una televisión estadounidense.

Mark Cuban, propietario de los Mavericks de Dallas, decidió pescar en río revuelto y se interesó de inmediato por la situación de Odom. El actual campeón, y nuevo equipo de Rudy Fernández, se hace así con un jugador veterano y con galones para afrontar la defensa del título y los Lakers a cambio adquieren los derechos de Dallas en la primera ronda de 2012. Odom, miembro de la selección estadounidense campeona del mundo en 2010, conquistó el anillo con los Lakers en 2009 y 2010 y fue nombrado mejor sexto hombre del campeonato el curso pasado. Pero, tras días de negociaciones tumultuosas en las que el conjunto de Mike Brown ha ofertado a Bynum, Gasol y al propio Odom como moneda de cambio, los Lakers tenían un problema. Con la salida de Odom lo resuelven y consiguen recursos para seguir aspirando a la contratación de Dwight Howard, pívot de Orlando.

"La NBA es cada vez más negocio y menos deporte", ha declarado Pau Gasol, que mantiene la incertidumbre sobre su destino final. "Todavía hay negociaciones y rumores. Aquí te pueden traspasar en cualquier momento y nosotros no tenemos nada que decir. No está siendo fácil permanecer tranquilo y callado pero aún estoy aquí y ya se verá lo que pasa". Sorprendido por la situación, Pau se pronunció en los mismos términos sobre el traspaso de su compañero Odom. "Todo esto es una locura. No lo esperábamos pero hay que respetarlo", cerró.