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Reportaje:

Gasol está en manos de Paul y Stern

El comisionado de la NBA estudia otra propuesta de los Hornets, forzados por el interés de su base en irse a los Lakers, que supone de rebote el pase del pívot español a los Rockets

Robert Álvarez

Chris Paul, base de 26 años, una de las figuras de la NBA, jugador franquicia de los Hornets, quiere irse a los Lakers, dejar Nueva Orleans y enrolarse en uno de los grandes de la Liga, en una escuadra en la que pueda aspirar al anillo de campeón. Son los mismos motivos que empujaron la pasada temporada a LeBron James y Chris Bosh a abandonar Cleveland y Toronto para recalar en Miami, los mismos que llevaron a Carmelo Anthony desde Denver hasta Nueva York, los mismos por los que Dwight Howard desea ahora marcharse de Orlando con los Lakers también como posible destino.

Una vez más, se cumple la ley no escrita: las estrellas de la NBA acaban jugando donde quieren, en los equipos de más alto nivel, en las ciudades con más peso específico, impacto mediático y posibilidades de negocio. Los dueños de los clubes consideraban que el nuevo convenio colectivo con los jugadores que tanto ha costado gestar, tras más de cuatro meses de lockout (cierre patronal) y la suspensión de los dos primeros meses de la competición iba a servir, entre otras cosas, para impedir este tipo de situaciones. Se equivocaron.

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En la madrugada española del pasado viernes se fraguó un acuerdo por el que Paul pasaba a pertenecer a los Lakers y, de rebote, Pau Gasol, en una carambola a tres bandas, se iba a Houston, a los Rockets. Los Hornets incorporaban a Odom, Scola, Kevin Martin y Goran Dragic.

Los dueños montaron en cólera. Obligaron a David Stern, el comisionado de la NBA, a tomar cartas en el asunto, a vetar la operación. La intervención de Stern desató una tormenta con pocos precedentes e incluso el sindicato de jugadores se reservó el ejercicio de algún tipo de medida de presión. La NBA tuvo que corregir el tiro. "Todas las decisiones se toman en base al interés de los Hornets", justificó Stern; "en los términos en los que se llegó a un acuerdo, decidimos que era preferible para esta franquicia que Paul siguiera con su uniforme a que se fuera a otro equipo".

Las tres partes insistieron y Dell Demps, el director general de los Hornets, club sin propietario que pertenece a la NBA desde la pasada temporada, explicó: "Hemos conseguido autorización para trabajar en un nuevo acuerdo". Ese nuevo acuerdo se alcanzó ayer, pero, a diferencia del anterior, sus términos fueron escrupulosamente silenciados en aras de que la oficina de Stern le diera luz verde.

En principio, las líneas básicas del pacto serían las mismas, pero los Hornets, a diferencia del primer trato, recibirían algunos puestos de la primera ronda de futuros drafts, la elección de los jugadores que se incorporan anualmente a la NBA, o bien a dos jóvenes de los Lakers: Devin Ebanks, de 22 años, y Derrick Caracter, de 23.

Mientras todo ello sucedía, Gasol acudió al segundo entrenamiento de la pretemporada de los Lakers. Ya estuvo en el primero, pero no se ejercitó a causa de una lesión muscular y entonces no quiso decir nada. Sí se entrenó ayer junto a sus compañeros y al técnico Mike Brown. Acto seguido se sinceró: "Es duro. Quiero estar en los Lakers. Mi corazón está aquí. No os puedo mentir. Estoy feliz de que el traspaso no haya sucedido. Si la NBA no lo hubiese parado, no estaría aquí. Es difícil mantener el equilibrio. Me he divertido hoy entrenándome con mis compañeros. Ojalá pueda hacerlo mañana".

Es comprensible el desencanto del pívot español. En los tres años y medio que ha vestido la camiseta de los Lakers ha conseguido estar en tres finales y ganar dos anillos. Apenas estuvo por debajo de lo esperado, como todo el equipo, en los últimos playoffs, en los que fueron eliminados por Dallas.

De ser aprobado el nuevo acuerdo, Gasol pasaría de un equipo grande, dos veces campeón en las últimas tres temporadas, a uno que se quedó fuera de dichos playoffs, que no cuenta con ninguna figura ni siquiera con jugadores de nivel alto y que ganó su último anillo en 1995 con Olajuwon como principal estrella.

Pau Gasol intenta un gancho ante Tim Duncan.
Pau Gasol intenta un gancho ante Tim Duncan.GUS RUELAS (AP)

Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.
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