Grupo A, grupo desangelado

La condición de Polonia de anfitriona y sobre todo de cabeza de serie desvirtúa la competición. Solo hay que atender al Grupo A para ver que no hay un rival más que fuerte, uno de los que se adivinan como futuros reyes de Europa, toda vez que siempre puede haber sorpresas, como Grecia en 2004. Polonia, Grecia, Rusia y la República Checa simbolizan el equilibrio de las fuerzas al tiempo que expresan un grupo flojo, nada sugerente.

Polonia tiene algo

Desconocida para el grueso del aficionado, la selección polaca es más peligrosa de lo que su reciente historia explica. No se asemeja ni de cerca a ese equipo dorado de la década de los años 70, cuando los el portero Tomaszewski, el zaguero Smuda -actual seleccionador-, el enganche Deyna, los extremos Lato y Gadocha, entre otros, brillaron en el Mundial del 74. Pero es un equipo bien armado, con un contragolpe de libro que acaba en las botas de Robert Lewandoski, delantero del Borussia Dortmund.

Aunque no ha competido, clasificada para el torneo por ser anfitriona, sí que ha cuajado el cambio generacional que exigió el técnico al asumir las riendas, y ha disputado numerosos amistosos que deslizan su peligrosidad. Así, si bien ha perdido ante selecciones como Francia e Italia, empató con Alemania y ganó a Argentina. Esta selección tiene algo, aún por plasmar en la competición.

Grecia, de área a área

La sorprendente campeona de la Eurocopa de 2004, en cuya final se impuso a la anfitriona y favorita, Portugal, se clasificó como primera de su grupo, invicta. Grecia, que sigue apostando por el modelo defensivo con el que alcanzó la gloria hace siete años, solo encajó cinco goles en 10 partidos en su camino hacia Polonia y Ucrania. Del mismo modo, rentabiliza como nadie sus tantos, porque solo firmó 10 redes en la fase de clasificación. Visto lo visto, más que suficiente.

En un equipo que dirige el portugués Fernando Santos, destaca la presencia arriba de Gekas, punta del Eintracht de Frankfurt, de la Segunda División alemana, y pide paso el eterno candidato Ninis. No faltan veteranos como Katsouranis y Karagounis, ambos en el Panathinaikos.

Advocaat restituye la sonrisa de Rusia

Después de 30 años recorriendo medio mundo, Dick Advocaat desembarcó en Moscú para ponerse al mando de Rusia y restituir la sonrisa a una selección decepcionada por no haber centrado la clasificación al Mundial de Sudáfrica y defraudar las expectativas generadas con la buena actuación en la última Eurocopa, cuando cayó ante España en semifinal.

El técnico holandés ha vertebrado al equipo con los jugadores del Zenit, campeón de Rusia, y del CSKA. Los dos futbolistas más conocidos de su plantilla, Arshavin y Pavlyuchenko, se desenvuelven en la Premier con el Arsenal y el Tottenham, respectivamente, pero la falta de titularidad que sufren en sus equipos genera dudas sobre la condición con la que llegarán al certamen europeo. Se clasificó directamente como primera del grupo B por delante de Irlanda.

República Checa 2.0

La República Checa es un clásico del fútbol europeo que está intentando cuajar una nueva generación de futbolistas después de la jubilación de Poborsky y Nedved, los pilares con los que los checos llegaron a la final de la Eurocopa de 1996 y alcanzaron la última participación en un Mundial, en Alemania 2006.

Cech, el portero del Chelsea, Rosicky, del Arsenal, y el exosasunista Plasil, ahora en el Girondins, vertebran al equipo. También importante es la aportación de futbolistas del Viktoria Plzen, los campeones de la Liga checa, que han trasladado a la selección su actitud ofensiva y su desparpajo, características que no demostraron, sin embargo, ante España, en el grupo clasificatorio. Accedió al certamen continental tras eliminar sin demasiados apuros a Montenegro en la repesca (ganó 2-0 en Praga y 0-1 en Podgorica). Un grupo novedoso que funciona, hasta el momento, como un tiro.