España se estrena ante Italia

Sonríe de alivio España que en el sorteo eludió a rivales como Alemania, Francia y Portugal, encuadrados en otro grupo. Sonríe Del Bosque porque el equipo se concentrará y jugará la primera fase del torneo en Polonia, como quería. Y sonríe de satisfacción el grupo porque sus rivales son asequibles, un bombo amable. La dura Italia y las repescadas Irlanda y Croacia. Aunque entrañan dos trampas de arrea.

Van Basten y Zidane escogieron las bolas calientes del sorteo, celebrado en el Palacio de las Artes de Kiev (Ucrania), y depararon un camino recto para España, que porta el laurel de la anterior edición, y que es el rival a batir en un torneo que empieza el 8 de junio en Varsovia y que finaliza el primer día de julio en Kiev. Pero no puede despistarse. Abre el torneo España contra Italia, primera piedra de toque, toda una prueba de fuego porque al abrir el telón los nervios atenazan las piernas y cortocircuita la cabeza. Sin ir más lejos, en el pasado Mundial, el equipo de Del Bosque cayó ante Suiza. Luego, sin embargo, ante rivales cómodos, se repuso. Una zancadilla en el primer duelo ante la Italia de Prandelli, que ha ganado enteros en este curso, sería determinante. Entre otras cosas, porque en el tercer encuentro se mediría con Croacia, un rival aguerrido, que se abriga muy bien y que monta las contras en un santiamén.

Peor fortuna tuvieron los equipos del grupo B, sin duda el más complicado; quedaron encuadrados Holanda, Dinamarca, Alemania y Portugal, tres serias candidatas al triunfo final. Una -o dos-, sin embargo, se quedará apeada antes de tiempo. Pero para rematar la dificultad del torneo, se presume que el segundo se disputará el pase a la semifinal con España, siempre y cuando quede líder de su grupo.

En el Grupo D, con Ucrania y Suecia como previsibles teloneros, Inglaterra y Francia se pelearán por el primer puesto, un duelo de gallos, de fútbol de alto copete. Y en el grupo A, el más flojo, por eso de que Polonia y Ucrania son cabezas de serie al ser anfitriones, quedó un elenco de equipos sin chicha ni limoná, con todo por decidir, sin saber quién es mejor, si Polonia, Rusia, Grecia o la República Checa.

Poco le importa de momento a España, que no puede mirar más allá de lo que tiene enfrente, con cuidado por no pisarse los cordones en el primer partido. Estos son los rivales.

Italia no tiene agujeros

Prandelli ha conseguido tersar a Italia, antes demasiado arrugada, con jugadores pasados de rosca y pesarosos. Su equipo, que no despliega un juego demasiado atildado, es de lo más práctico, estupendo en la fase defensiva -en la fase de clasificación solo ha encajado dos goles, menos que ningún otro- y resultón en el área adversa, con delanteros oportunos.

Pero se da en el ataque el problema de Italia, toda vez que Rossi está en el dique seco por una rotura de ligamentos y Cassano está recién operado del corazón. Eran los dos escogidos por el seleccionador, además de Pazzini, siempre incombustible, siempre rematador. El otro en discordia y con el billete en la mano es Balotelli, que ha engordado de lo lindo en el Manchester City a base de goles y actuaciones encomiables.

Selección con el candado echado y de pegada a tiempo, Italia tiene el hambre de las selecciones grandes. Un rival que muerde, que le sobra oficio y que, además, no hay quien lo bata.

Croacia, al ritmo de Bilic

Su exhibición en Turquía (0-4), en la ida de la repesca, argumenta que Croacia es una selección capaz de vencer al más pintado, con buen toque y mejor definición. Tiene en su técnico a todo un cerebro, Slaven Bilic, licenciado en derecho, embajador de UNICEF y rockero hasta el punto de que compuso el himno de la selección croata, La locura de fuego. Sobre el campo, Modric es su extensión.

Equipo físico y aguerrido, Croacia no da un balón por perdido en ninguna parcela del campo. Pero todos trabajan al servicio de Modric, que es el ingeniero, el futbolista que construye y da el último pase, además de poner de vez en cuando el desequilibrio. El gol corre por parte de Eduardo, brasileño nacionalizado, y Olic. Con Pletikosa en la portería, solo la defensa ofrece más dudas de las permitidas, por más que tenga a laterales como Corluka y Srna, puñales con el balón en las botas.

Irlanda, entre Keane y Trapattoni

La República de Irlanda, entrenada por el veterano técnico italiano Giovanni Trapattoni (73 años) y construido con jugadores que militan mayoritariamente en la Premier inglesa, alcanzó la Eurocopa por la vía de la repesca, en la que arrolló a Estonia (5-1 en el global).

Segunda de su grupo en la fase de clasificación, cuya primera plaza fue para Rusia, es un equipo sólido en defensa, poco dado a desatarse en el ataque, donde el gran referente sigue siendo el mismo que en la última década, Robbie Keane (siete dianas en la fase de clasificación). Máximo goleador en la historia de Irlanda -53 tantos-, acaba de proclamarse campeón de Estados Unidos con los Galaxy de Los Ángeles.

Aunque no es un equipo con mucha mordiente, se presenta en la cita con nada a perder, como el rival que más tiempo hacía que no jugaba una Eurocopa, desde 1988.