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Monfils acaba con Ferrer

El tenista alicantino salva tres puntos de partido pero al final tuerce el brazo

Aupado por el público, vibrante en su disfrute del partido, el francés Gael Monfils elimina 6-4, 2-6, 7-5, 1-6 y 8-6 en octavos de final a David Ferrer, el número siete del mundo, que levanta tres puntos de partido, lucha y pelea con todo, pero acaba inclinándose, revolucionado de golpes y emociones. Tras reanudar su encuentro, suspendido el domingo por falta de luz y con 4-6, 6-2, 5-7 y 2-0, el francés lo apuesta todo a la quinta manga. Entrega la cuarta en un suspiro, sufre en su primer saque de la definitiva, en el que debe descontar un punto de break en contra, y acaba imponiéndose mientras hurga en las dudas de Ferrer, un maratoniano con el ánimo atormentado por llegar a París bajo el peso del favoritismo.

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Todo arranca el domingo. La luz ha muerto hace ya rato cuando Monfils se reboza en la roja tierra. Es un momento decisivo, el que marca el final de la primera fase del partido. El francés se cae al suelo, sienta las bases para un break de Ferrer, e inmediatamente se pone de acuerdo con él para sacar bandera blanca: 4-6, 6-2, 5-7 y 2-0 para el parisino.

El lunes, superada ya la asfixia y el cansancio que le atenazaban al final del domingo, el número nueve recupera sus señas de identidad. Es un atleta impresionante que cubre la pista de lado a lado con la misma facilidad que si viajara en patinete. Tiene unos tiros espectaculares, que suenan igual que una bofetada y laceran como un cachete. Saca, además, con un cañón y tiene cierto tacto para la volea. Si esa combinación no derribó a Ferrer hasta la quinta manga fue porque el alicantino obligó una y otra vez al francés a repetir cada gesto, cada esfuerzo y cada cambio de ritmo. Monfils, desorbitados los ojos en busca del aliento de su banquillo, que respiraba con él, como queriéndole dar oxígeno, tuvo en la noche de descanso el mejor aliado para reencontrar sus ritmo.

Luego se sumó a la ecuación Ferrer, tremendo de inicio y aturullado en un mar de nervios mientras se iba acercando el desenlace del partido. La misma fuerza que le hizo ganar tres juegos seguidos y levantar tres puntos de partido (de 5-2 a 5-5) estuvo en el origen de su derrota, cuando acelerado, sin freno ni brújula, entregó su saque para 9-7, quemado por la presión, huyendo de masticar los puntos. El alicantino se marcha de París antes de lo que hubiera debido. A Monfils, en cuartos, le espera mañana el suizo Roger Federer.

Ferrer, durante el duelo ante el francés Monfils.
Ferrer, durante el duelo ante el francés Monfils.MICHEL EULER (AP)

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