Pedrosa volverá a pasar por el quirófano

Pedrosa no quiere perder más tiempo. Cansado de empuñar su Honda prácticamente con una mano, el catalán, que el pasado mes de octubre fue operado de una fractura en la clavícula tras sufrir una fuerte caída en el circuito de Motegi, volverá a pasar por el quirófano para intentar recuperar la sensibilidad en su brazo izquierdo, anulado, sin fuerza desde el brutal impacto de Japón. En esta segunda intervención quirúrgica, los médicos le extraerán la placa de titanio y los tornillos que la fijaron con el objetivo de liberar la compresión arterial.

En su comunicado, el equipo Honda especifica que la decisión se ha tomado después de que las pruebas complementarias realizadas al piloto por el doctor Eusebio Sala Planell, especialista en angiología y cirugía vascular, revelasen una compresión intermitente de la arteria subclavia que agarrota el brazo y produce esa pérdida de sensibilidad.

"Nunca es agradable tener que meterse en quirófano, pero llevábamos mucho tiempo buscando respuesta a los efectos de esta lesión y estoy tranquilo porque finalmente sabemos lo que pasa", apunta Pedrosa en la nota. El de Sabadell planea participar el próximo fin de semana en el Gran Premio de España y pasar después por el quirófano para aprovechar la laguna que ofrece el calendario tras el aplazamiento del Gran Premio de Japón.

El objetivo es claro: recuperar las sensaciones, estar presente en Jerez y reincorporarse a la actividad en Estoril, escenario del Gran Premio de Portugal el 1 de mayo. Para él, la cita en el trazado español es ineludible. "Esta carrera es especial, la afición siempre está ahí para darte ese punto extra y espero que me ayude, como siempre. El circuito me gusta, siempre se me ha dado bien y lo afronto con la idea de dar el máximo y conseguir el mejor resultado posible en mis condiciones actuales", matiza Pedrosa.

No será sencillo volver a lograr la tercera plaza que obtuvo en la primera carrera en Losail. Allí, en Catar, el catalán se diluyó poco a poco y no pudo seguir el ritmo frenético imprimido por Stoner y Lorenzo. "Ni siquiera sé cómo aguanté. Al final no podía sujetar el manillar y en las últimas siete u ocho vueltas no he podido usar el embrague ni una sola vez. Solo aguantaba el brazo, estaba sufriendo muchísimo", confesó.