"La Liga solo se decidirá al final"

"¿Cómo están los jugadores en el vestuario?", le preguntaron anoche a Pep Guardiola en la sala de prensa. Y el entrenador del Barça sacó a pasear su fina ironía: "Se están duchando. Hay agua caliente y se están duchando...". "Prefieren ganar, no empatar, claro, pero es lo que hay", añadió, ya más contenido su sentido del humor. Guardiola, tan coherente que suena repetitivo en muchas ocasiones, insistió en un par de tesis nada novedosas por otro lado: que esto no ha terminado y que deberá sudar el título para apuntárselo como en los dos años precedentes: "Las Ligas cuesta mucho ganarlas. Las que hemos ganado las hemos peleado hasta el último día y esta no será una excepción".

A pesar de que se había encargado de dotar al encuentro en tierras andaluzas con su justo peso -"hay una pequeña Liga antes de llegar al Bernabéu, 12 puntos que se han de ganar antes", dijo el sábado-, recordó que al campeonato aún le queda mucha mecha: "La Liga no se decidirá hasta el final, como ya intuíamos", recordó. Le secundó Xavi: "No está sentenciada, pero eso ya lo sabíamos antes de jugar este partido".

Xavi respondió también a quienes se preocupaban por el estado anímico de su equipo tras cosechar su tercera igualada del curso (tan solo cuenta una derrota, contra el Hércules): "No afecta más que porque se trata de un empate y ahora sacamos cinco puntos al Madrid". Su único rival en la competición nacional le ha recortado dos en esta jornada. Pero ni el mediocentro ni ninguno de sus compañeros dieron mayor relevancia al asunto.

"No soy demasiado partidario de jugar los partidos pensando si tenemos muchos o pocos puntos de ventaja. Hemos hecho más de lo que hemos recogido: hemos tenido palos, goles anulados, muchas cosas... Me sabe mal, pero lo hemos intentado hasta el final", agregó Guardiola, que no quiso enjuiciar la actuación del árbitro: "No valoro la acción del gol que se ha anulado a Messi. A un entrenador del Barça no le toca hacer eso. Ahí abajo pasan muchas cosas. Soy un técnico que representa a una institución como el Barcelona. Los árbitros siempre lo hacen lo mejor posible".

Tampoco lo hizo ninguno de los jugadores, buenos discípulos del de Santpedor. "Cada uno tiene su opinión. Si el árbitro lo ha visto así, ya está", dijo Piqué. "Nosotros jugamos con la intención de ganar, independientemente de lo que pase. Hablar de lo que no sea fútbol no nos lleva a ningún sitio", terció Iniesta. "No somos partidarios de hablar de los árbitros. Sabemos que, si las cosas van bien, será culpa nuestra y, si no es así, también será culpa nuestra. El árbitro ha tomado una decisión, acertada o no, y hay que apechugar", cerró Alves. Ni siquiera a Busquets, preguntado al respecto ante las cámaras de Canal + instantes después de que Pérez Lasa pitara el final del encuentro, le pudo el enfado: "El partido ya ha acabado y no hay que hablar del árbitro. Si hubiésemos ganado, mérito nuestro. Hemos empatado, mérito nuestro. No se nos puede exigir más".

Todos coincidieron también en cómo cambió el encuentro, para desgracia suya, con la entrada de Kanouté: "Les ha dado la pausa y la continuidad que no tenían en la primera parte".

La fuerza de los de Gregorio Manzano actuando al contraataque descolocó al Barça, que, con todo, creyó merecer la victoria en un partido "bonito para el aficionado, no para los entrenadores", supuso Xavi. "Se nos han escapado dos puntos. En la segunda parte hemos perdido la intensidad y el control del juego, que siempre nos ayuda a estar muy bien. Ellos han podido marcar y poco más", resumió Alves, que ya cuenta 13 asistencias esta temporada, 11 de ellas en la Liga.

"No es fácil trabajar ante este gran equipo. Cuando se lo propone, abusa de su superioridad", reconoció Manzano, contento con el trabajo de los suyos, pero preocupado por las bajas por sanción de Navarro y Cáceres ante el Valencia.

El Barça, por su parte, espera poder recuperar sin problemas a jugadores importantísimos que abandonaron Nervión lastimados: Alves, con un fuerte golpe en un tobillo; Messi, con otra contusión en la rodilla derecha, y Pedro, que pidió el cambio tras resentirse de un golpe que había recibido la semana pasada en el coxis y que, según explicó Guardiola, derivó en pubalgia. El conjunto necesitará a los tres para los 10 partidos que restan de la competición.

Sevilla 1 - Barcelona 1