La fiesta llega a Neptuno
La plantilla del Atlético termina su paseo triunfal ante su afición en la fuente donde suele festejar los títulos
Los jugadores del Atlético comenzaron el paseo festivo por las calles de Madrid para celebrar con su afición el triunfo anoche en la Liga Europa ante el Fulham desde su estadio, el Vicente Calderón. Ante 200 colchoneros, un autobús rojo y descapotable con el lema de "Campeones. El sueño continúa" salió desde la puerta 6 con todos los héroes del Atlético vestidos con traje, con caras sonrientes y con ganas de ofrecer a los suyos lo que hacía tanto tiempo esperaban. Como era de suponer, tras los dos goles que metió ayer, Diego Forlán fue en todo momento el más aclamado con el grito de guerra tan coreado en el Calderón de "U-ru-gua-yo, u-ru-gua-yo". Ese grito se repitió durante todo el recorrido, que terminó en Neptuno, donde los jugadores dieron de nuevo rienda suelta a la euforia, y se fundieron con su afición.
Aunque el cielo amenazaba lluvia minutos antes de que el autobús partiera rumbo a La Almudena, los colchoneros, ataviados con sus bufandas y banderas rojiblancas, no quisieron perderse este momento histórico, 14 años después de su último título, 24 del último hito europeo.
Los jugadores, acompañados de su presidente Enrique Cerezo y del entrenador Quique Sánchez Flores, y escoltados por la Policía, ofrecieron a sus seguidores el trofeo subidos al autobús, camino de la Catedral de la Almudena , que les recibió con el repicar de las campanas. En la puerta se concentraron varios centenares de personas que jalonaron la llegada de los futbolistas y a la preciada copa de la Liga Europa conquistada en Hamburgo. Ya dentro, les esperaba el obispo auxiliar de la capital, Fidel Herráez. El capitán Antonio López, que no abandonaba el trofeo en ningún momento, junto al presidente Enrique Cerezo ofrecieron la copa de la Europa League desde el altar mayor, mientras Diego Forlán y Simao entregaban un ramo de orquídeas rojas y blancas, colores del Atlético de Madrid.
El camino continuó rumbo al Ayuntamiento, donde les esperaba Alberto Ruiz Gallardón. El alcalde de Madrid recibió al equipo y le felicitó por el título conseguido con palabras de elogio: "Se puede perder con mucha mala suerte, pero se gana siendo el mejor. Sois los mejores".
El alcalde tuvo palabras de cariño para la directiva y la plantilla, a los que dijo que no pensó que tendría que esperar catorce años para volver a recibirlos, y recordó el año 1996, cuando, siendo presidente de la Comunidad de Madrid, recibió al equipo que consiguió la liga y la Copa del Rey. "Queremos daros las gracias por habernos regalado esta alegría. Tenéis la costumbre de hacer sufrir a vuestros aficionados. Habéis ganado por vuestra voluntad de hierro que puede superar la adversidad".
El presidente del club, Enrique Cerezo, recogió el guante y emplazó al Alcalde al próximo jueves a una nueva visita después de derrotar al Sevilla en la final de la Copa del Rey. Después llegó el momento de la plantilla y la afición. El equipo ofreció el título ante un millar de personas que se concentraron en la galería cubierta del Ayuntamiento con el sonido de fondo usual en estas ocasiones de "We are the champions" , de Queen, además del himno del centenario del club, de Sabina , y el del equipo .
Forlán y Agüero fueron los más aclamados de la afición, para que se adueñaran del micrófono, pero los jugadores, cada vez más eufóricos, impidieron al uruguayo articular palabra aplaudiendo justo antes de que empezara su discurso. El que ejerció de maestro de ceremonias fue el capitán del equipo, Antonio López, que entonó varios cánticos que animaron a los aficionados y por supuesto recurrió al monólogo de Reina tras vencer en la Eurocopa de "camarero, camarero, una de mero". No faltó el chiste particular de la plantilla, que entre risas reclamaba "¡Perea, bota de oro!". Además de dar rienda suelta al humor, los jugadores no quisieron olvidarse de su compañero de equipo Asenjo, lesionado, al que dedicaron en varias ocasiones el trofeo.
Quique Sánchez Flores también le ha dedicado unas palabras a la afición que no ha parado de corearle en todo momento desde el balcón de la Comunidad de Madrid, en plena puerta del Sol, abarrotada para la ocasión. "Muchos atléticos me dan las gracias y no sé por qué. Las gracias os las tengo que dar yo a vosotros porque estáis aquí y porque ¡somos campeones!", ha gritado a los hinchas colchoneros, que han apludido sin parar el técnico. Lo poco que ha dicho Forlán tenía que ver con sus planes de futuro, ya que el uruguayo ha emplazado a los aficionados a verse en el mismo sitio tras la final de la Copa del Rey ante el Sevilla, una constante durante toda la tarde, tanto en boca de la plantilla rojiblanca como en la de sus aficionados. De pocas palabras, el delantero uruguayo se ha dedicado gran parte del trayecto a grabar el paseo triunfal , y lo ha ido colgando por Internet.
Mientras el portero De Gea aseguraba que la afición rojiblanca era "la mejor del mundo", Agüero, también muy acalamdo por las masas, ha agradecido a los colchoneros el cariño que le demuestran y les ha asegurado que la camiseta del Atlético la defenderá "siempre que pueda". Sus compañeros han entonado el cántico de "¡Agüero, quédate!, al que la afición se ha unido enseguida, comenzando de nuevo la fiesta.
Cuando llegaron a Neptuno , no cabía un alfiler. La fuente, a la que Antonio López le puso la bufanda, estaba vallada, pero un escenario esperaba a los jugadores, para que cantaran, saltaran y gritaran de nuevo. "Perea, bota de oro" o "De Gea selección", fueron cánticos recurrentes para echarse unas risas. Y llegó el fin de fiesta. En una semana quieren más.
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