Ferrero cae en Valencia ante un desconocido

El tiempo acompañaba. Y el cartel, también. No se llenaron las gradas del Ágora, pero lo de ayer, ya era otra cosa. La primera jornada del Abierto 500 de Valencia, un torneo elevado de categoría este año, había arrancado el lunes sin hacer ruido. Sólo Davydenko (número 7 de la ATP) podía animar la tarde, pero su victoria (6-2, 6-1) sobre Falla resultó tan holgada que casi pasó inadvertida para el gran público. Ayer, sin embargo, entraban en juego los principales jugadores del cuadro. Y hubo sorpresas: Juan Carlos Ferrero, 22º en la ATP, cayó ante un desconocido: el uruguayo Pablo Cuevas, de 23 años, número 50 del mundo, que forzó el tercer set con otro juego a muerte súbita y eliminó al valenciano (6-2, 6-7 (4-7), 3-6) en un agónico último juego. "Estoy bastante jodido, quería ganar en casa", se lamentó Ferrero.

Antes, el ganador de dos de las tres últimas ediciones, el murciano Nicolás Almagro, se enfrentó a David Ferrer (18), que, además de jugador, es también uno de los organizadores del Open junto a Ferrero. Y el campeón del año pasado en Valencia. Ferrer ya está en octavos después de vencer ayer 5-7, 7-6 (3), 3-6. El de Xàbia sufrió, y mucho, para hacerse con Almagro, que acusó el cambio de tierra batida a la pista rápida de este nuevo y espectacular escenario, aunque inacabado, que es el Ágora de Santiago Calatrava.

Ferrer tuvo el marcador a favor prácticamente las dos horas y cuarto que duró el encuentro. Pero no se sintió cómodo. "No puedo ir por delante. No puedo", se lamentaba, a gritos, tras ganar el primer juego del tercer y definitivo set. Almagro le estaba desesperando con su excepcional saque. Apenas unos minutos después de aquel quejido, el alicantino acabó por los suelos después de un saque del murciano que alcanzó los 207 kilómetros por hora.

Sin embargo, poco a poco Almagro fue perdiendo el norte. Todas sus pelotas se marchaban fuera. Su confianza se desvaneció. Y Ferrer recuperó la autoestima. "Me falta un poco de confianza para matar los partidos", confesaría después el de Xàbia, que hizo 11 puntos de break, por sólo tres de su rival. La peor noticia es que, tras el esfuerzo, Ferrer dijo no saber si jugará hoy el encuentro de dobles junto a Ferrero. Sufrió pinchazos en los isquiotibiales.

Pero la jornada no terminaba ahí. Esperaba el británico Andy Murray (4), la gran atracción del torneo, que barrió al castellonense Dani Jimeno (6-3, 6-1). Había caído lo noche, pero el público aguardó impaciente su debut, tras unas semanas ausente por unos problemas en la muñeca