Juande y Aragonés caminan en la misma cuerda floja
Los dos entrenadores se encuentran bajo el punto de mira por el escaso rendimientos de su equipo en Liga
El entrenador del Tottenham inglés, Juande Ramos, completó con una nueva derrota otra página de su historia como entrenador Spur esta temporada. Si la jornada pasada la derrota ante el Portsmouth encendía las alarmas en la prensa anglosajona, la de ayer ante el Hull City ha sido más que un empujón al centro de la cuerda floja. La historia se repite algo más lejos, en Turquía, donde Luis Aragonés agoniza en el mismo filo del cese. La derrota de ayer en su propio estadio por 1-4 frente al Kayserispor (sexto en la liga turca) ha desatado la ira en la grada, que a seis jornadas del inicio ya empieza a pedir la cabeza del técnico con gritos que alababan al anterior entrenador, Arthur Antunes Coimbra 'Zico'.
Ramos y Aragonés no sólo comparten la mala racha. Las declaraciones de ambos son idénticas a su llegada a la rueda de prensa. "Éste es mi trabajo. Soy el mismo cuando ganamos que cuando perdemos, y estoy dispuesto a enderezar las cosas", declaraba el manchego tras caer 1-0 ante el Hull City. Aragonés, por su parte, no fue menos claro: "Perder 4-1 es un mal resultado, pero no he venido hasta aquí para dimitir ahora. Estoy aquí para hacer lo que mejor sé hacer. Desde luego que no pienso en la dimisión".
El inicio de Liga del Tottenham no ha podido ser más nefasto. El club londinense no ha ganado ninguno de los siete partidos de liga inaugurales; una marca que, como apunta el Guardian, no se repetía desde hacía 96 años. Pero los resultados no abruman al ex entrenador del Sevilla, que confía en su libreta para hacer cambiar las tornas. "Creo que la manera de ganar es jugar como hemos venido haciéndolo hasta hoy". El fútbol derrocha espectáculo y crueldad, por eso Juande, consciente de que vive uno de los bajones, espera que el tiempo les devuelva al lugar correspondiente. "El Tottenham de Ramos se hunde como el Titanic", destaca el Times, menos optimista.
En Turquía, el Fenerbahçe comenzó la Liga mermado por las bajas, y los malos resultados no se hicieron esperar. Por ahora, el principal consuelo de la directiva otomana reside en que el mayor rival, el Galatasaray, se encuentra a cinco puntos del cuadro de Aragonés. Actualmente, el equipo ha perdido cuatro de los seis encuentros de liga y marcha duodécimo en la clasificación, a diez puntos del primero. "Perder 4-1 es un mal resultado, pero no he venido hasta aquí para dimitir ahora", destaca Aragonés ante la insistencia de la prensa en desvelar su futuro a corto plazo.
La paciencia se agota en la grada, pero los dos técnicos tienen avales de sobra para estar tranquilos en su cargo. El 'Sabio' llega después de ganar una Eurocopa, motivo suficiente para que la directiva turca tenga un plus de confianza en los planes deportivos del madrileño. Si se tiene en cuenta que el juego de España alcanzó su clímax en la cita internacional después de una trayectoria turbulenta al frente del combinado nacional, ocho jornadas en una liga desconocida es una excusa suficiente para dejar hacer al de Hortaleza, que no se ha planteado siquiera la posibilidad de dimitir pese a los rechazos de una grada enfadada con el cuerpo técnico.
En Inglaterra, al menos, el apoyo es más tangible. El Tottenham no quiere finiquitar a Juande no sólo por el potencial que tiene el manchego como técnico. Pese al sueldo anual de Ramos y la pobre actuación del equipo en la Premier, el Guardian cree que la perspectiva de buscar un nuevo entrenador es "terrible, sobre todo después de convencerse de que Ramos era el hombre que les llevaría al grupo de los cuatro primeros de la tabla. "Yo he venido aquí para ser útil", respondió Aragonés. Lo mismo podría haber contestado Ramos.
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