El Barça golea sin deslumbrar
Los azulgranas consiguen tres puntos fáciles con goles de Gudjhonsen, Bojan y Eto'o, en dos ocasiones y una gran actuación de Henry
Después de varios meses de espera, el barcelonismo descubrió por fin la elegancia y la autoridad de Thierry Henry, líder del conjunto azulgrana en su victoria ante el Murcia (4-0).
A falta de un juego deslumbrante, al Barça le sostiene su impresionante repertorio de nombres. Entre ellos está Henry, fuera de foco durante la primera parte del curso y rehabilitado ante el Murcia. Ante el bloque de Alcaraz salió a relucir su cambio de ritmo, su jerarquía y su capacidad para desviar el rumbo de los partidos. Fue la mejor noticia para el Barcelona, que pierde a Eto'o durante al menos quince días debido a la Copa de África.
Lejos queda ya aquel Barça pletórico, capaz de desplegar un fútbol incontestable. Ahora es un equipo más lento, que gana los partidos apelando a su jerarquía futbolística, más por el nombre que por el juego. Pese a ello, ante el Murcia aparecieron varios síntomas de recuperación, especialmente en la segunda parte, cuando el equipo de Rijkaard gobernó el partido de principio a fin, manejando el balón con rapidez y criterio.
Frente a un Murcia que aplicó la receta del visitante en Can Barça -resguardarse bien, juntar las líneas y asfixiar al centro del campo azulgrana-, el Barcelona fue de menos a más. Empezó atascado, sufrió incluso la censura de la grada, pero cerró la jornada y la primera vuelta con un buen sabor de boca. El resultado y Henry invitan al optimismo. Al equipo, en cambio, aún le falta continuidad en su juego.
Convertidos en generales de un equipo extraño desde su alineación, víctima de las bajas; Henry y Eto''o se asociaron desde el pitido inicial y dieron aire al equipo azulgrana, demasiado pastoso en la creación. Pero cuando el Camp Nou empezaba ya a silbar el juego plano de su equipo frente a un Murcia agazapado, Gudjohnsen abrió el marcador y desbrozó el camino hacia la victoria. La acción resumió uno de los fundamentos del juego: un balón bien abierto a la banda derecha, y templado a media altura por Zambrotta. Desde la segunda línea, en el borde del área chica apareció Gudjohnsen, que aprovechó el movimiento de Henry arrastrando a los centrales. El islandés, versátil, remató con el interior del pie a la red de Notario.
El gol alivió al equipo tanto como al público, incómodo por el rumbo que había tomado el partido y por una alineación anémica, concebida para salir del paso, poco reconocible para una hinchada que vive en permanente tensión, más pendiente de sus ídolos caídos que del juego. Aunque apenas fue exigido, Valdés apareció en el arranque de la segunda mitad, aún con 1-0 en el marcador, para salvar un mano a mano con Baiano. Ágil, sacó el portero un guante a ras de césped y neutralizó al brasileño. Y por extensión, al Murcia, diluido por la grandeza del partido.
Aparece el Henry del Arsenal
La seguridad de su portero relanzó al Barcelona. Con espacios por delante, Henry comenzó a parecerse al Henry del Arsenal. No marcó el francés, pero le imprimió velocidad al juego del equipo, asistió a sus compañeros y barrió todo el frente de ataque hasta desesperar al Murcia. Primero fue Bojan, encargado de sentenciar con el 2-0 rematando en boca de gol una excelente acción de Henry por la banda izquierda. Se puso tan plácido el partido que el Barcelona comenzó a gustarse al ritmo del francés, recuperada por fin su mejor versión en un equipo que peca de monótono desde hace varias semanas.
También asistió Henry a Eto''o en el tercer gol, idéntico al segundo, una acción que resumió el traspaso de poderes que vivirá el equipo. El camerunés cederá el protagonismo al francés en el momento más adecuado. Escudado por Bojan, a quien ha apadrinado con delicadeza, Henry garantiza la continuidad del estilo del Barça en el ecuador de la temporada.
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