Diego Maradona vuelve a sufrir con las adicciones

El ex astro mundial del fútbol, que ha luchado por sobreponerse a sus problemas con la droga, sufre problemas de sobrepeso, y su propio médico admite las dificultades que hoy enfrenta el ex deportista

Diego Maradona ha dejado de ser noticia deportiva desde hace muchos años, concretamente desde el día que se despidió definitivamente del fútbol en un estadio de Boca Juniros repleto, que dejó como frase futbolística "la pelota no se mancha".

Sin embargo, el genio futbolista le cedió el paso al hombre acostumbrado a los escándalos y los excesos. Los medios de comunicación siempre hablan de él, basta poner "Maradona" en Google para encontrarse con 5.690.000 menciones de su nombre en la web.

Hace apenas 18 meses, el mundo entero hablaba del "milagro" de Diego Maradona, a partir de un cambio increíble en la figura del ex jugador y una recuperación de su adicción a la cocaína. Una cirugía practicada en Colombia, donde se le aplicó un cinturón gástrico, terminó con la imagen obesa y casi deforme del hombre que maravilló en el F.C. Barcelona, el Nápoles y en la Selección Argentina.

En los últimos tiempos, la imagen de Maradona comenzó a parecerse más a la del hombre que casi pierde la vida por sus excesos con el consumo de drogas y los desórdenes en sus hábitos.

Ahora, Maradona ha subido de peso, y su médico personal, el Dr. Alfredo Cahe, habla de 3,6kg por encima del límite al que puede someterse el tratamiento quirúrgico que le permitió perder unos 40kgs.

Un experto en nutrición, el Dr. Alberto Cormillot, reconoció al medio argentino MinutoUno.com que el exceso en el consumo de alcohol provoca en una persona un incremento de su peso.

El médico de Maradona admitió que el ex jugador ha cometido "desprolijidades" en sus hábitos durante los últimos meses, fundamentalmente por el consumo de alcohol y tabaco, que atentan contra el modelo de "vida sana" que mostró el ex jugador hace poco más de un año.

El Dr. Cahe reconoció la debilidad de Maradona, cuya personalidad es proclive a las adicciones. De todas maneras, el experto asegura que su paciente no consume cocaína desde hace más de un año y medio.

Pero el Pelusa no aprende de sus errores, y continúa cultivando una vida rodeado de amistades peligrosas, inmerso casi a diario en discotecas y salidas nocturnas, fumando hasta 4 habanos diarios y consumiendo cantidades de alcohol que suelen mostrar el lado más amargo del ex jugador: discusiones e irascibilidad con fotógrafos y periodistas, problemas en la calle y un séquito de personajes más cercano al entorno de un boxeador, que al de un jugador que ganó más de 100 millones de dólares en su carrera.