La defensa del Parma neutraliza al Sevilla

El Sevilla ha sido incapaz de hacer esta noche un gol (0-0) en el partido de ida de octavos de final de la Copa de la UEFA ante un Parma, que le dio a los nervionenses toda una lección del más puro 'catenaccio' y que intentará ahora inclinar la balanza a su favor en la vuelta, que se disputará la semana que viene en Italia.

Tal y como se esperaba, los italianos, que están lejos de ser el equipo temible de antaño, salieron con un sistema (3-5-2) claramente defensivo, confiados en impedir las llegadas de un Sevilla lanzado al ataque desde el primer minuto. No obstante, las numerosas tarascadas sevillistas se sucedieron a medida que iban pasando los minutos y Baptista daba el primer aviso serio, con un tiro en el minuto 20, que se marchó rozando el palo del portal transalpino.

Nada de esto alteró al Parma, que presentaba un 11 lleno de suplentes. De hecho, sus mejores jugadores se habían quedado en Italia, donde el domingo disputarán un partido de Liga vital para evitar el descenso a la Serie B. El cerrojo montado atrás por el Parma se reforzaba y acabó con la fluidez de los locales, aunque todavía tuvieron una opción de gol a tres minutos del descanso, cuando Antoñito y Alfaro no llegaron por poco a un centro de Jesús Navas desde la línea de fondo. Esta jugada fue contestada, sorprendentemente, por una peligrosa falta que un jugador del Parma estuvo cerca de transformar en el 0-1.

La segunda mitad fue un calco de la primera. El muro italiano resistía, aunque el Parma se iba cargando de tarjetas amarillas, que obligaban a su entrenador a introducir los tres cambios reglamentados, cuando aún quedaban mas de 30 minutos por delante. No obstante, la mejor oportunidad fue para los visitantes, con una falta lanzada por el recién entrado Bresciano, que salvó Esteban con una gran intervención evitando que, como es habitual en los últimos tiempos, el Sevilla encajara gol a balón parado.

En un intento de quebrar por fin la resistencia adversaria, Caparrós hizo un cambio arriesgado y sacó a Makukula en detrimento de Antoñito que hasta entonces había sido el mejor jugador del Sevilla y, poco después, hacía lo propio con un aparentemente lesionado, pero de todos modos apagado, Julio Baptista, para dar entrada a Darío Silva.

Y, así, con el Sevilla cansado de apretar sin obtener fruto, fue una vez más Bresciano el encargado de llevar el miedo a la grada con una falta bien colocada. Makukula tuvo en sus botas el 1-0 a poco del pitido final. Luego Darío malogró una falta muy peligrosa y con el tiempo cumplido Navas enviaba la pelota al palo. Pero ya no hubo tiempo para más y el Sevilla, que fue sin duda mejor, tendrá que jugársela ahora con el factor campo en contra.