El Madrid remonta hasta ganar

Sólo cuando ha ido por detrás en el marcador ha funcionado el Real Madrid en el Sardinero, donde ha pescado tres puntos en un partido vibrante en el que ha sido mejores los locales, pero nunca han sabido gestionar sus méritos, amortizados en goles. Con la derrota sobre su cabeza, el Madrid ha espabilado dos veces, y dos veces ha conseguido enjugar la ventaja cántabra para terminar imponiéndose justo al final.

Con un fútbol directo, rápido y con Benayoun, un futbolista excepcional que ha superado siempre a Salgado, el Racing ha desquiciado al Madrid durante mucho rato y ha acumulado ocasiones ante Casillas. El Madrid, ahogado por la asfixiante presión de los cántabros, no ha sabido encontrar el ritmo en casi toda la primera mitad. Entre que el Madrid no sacaba el balón y que en la derecha tenía a Regueiro y Benayoun, el Rácing siempre ha rondado el área blanca. Regueiro lo ha tenido antes de que el israelí convirtiera el primero, a los veinte minutos.

Hacía justicia el gol a los méritos del Racing, pero tras él, se han aculado los locales, y han permitido al Madrid, de la mano de Guti, salir de la trinchera. Es sabido que las soluciones ofensivas del Madrid son casi ilimitadas y que, a falta de buen juego, suele bastar cualquier recurso. Así ha llegado el gol de Owen, que rentabiliza sus minutos como nadie. Tras un córner, Samuel se ha convertido en improbable asistente y el pequeño delantero inglés, más listo que su marcador, ha cabeceado a la red.

Y a dormir otra vez, hasta el descanso. De nuevo el Racing se ha puesto el mono y ha conseguido acogotar a los blancos en su área y de nuevo ha conseguido el gol tras algún aviso. Esta vez, Benayoun se ha vestido de asistente y, tras una gran jugada por la izquierda, ha dejado el balón en el punto de penalti para que Javi Guerrero la dejara en la red con un toque sutil. Y otra vez atrás, para que el Madrid se levantase. Otra vez Samuel ha cabeceado un centro de Figo y ahora ha sido Raúl el que la ha empujado.

Tras el empate, el Racing ha intentado irse hacia arriba de nuevo, aunque ahora el choque se ha vuelto más equilibrado. El cansancio de los cántabros ha inclinado el campo hacia su área y el Madrid ha gozado del balón y de ocasiones, aun sin parecer demasiado convencido. El Ráncig la ha tenido con un disparo tremendo de Regueiro, al que ha respondido felinamente Casillas. Pero ha sido el Madrid, de nuevo con dos toques en el área tras un balón parado, el que ha puesto la puntilla.