El Camp Nou acogerá el Barça-Depor tras aplazar el juez su clausura

La justicia ordinaria ha concedido al Barcelona lo que buscaba: que el partido de Liga que le enfrenta al Deportivo el sábado se juegue finalmente en el Camp Nou. El juzgado central contencioso-administrativo de Madrid ha cedido suspender cautelarmente la clausura del estadio blaugrana por dos partidos tras los incidentes del encuentro contra el Real Madrid.

El Barcelona presentó el viernes pasado un recurso contencioso-administrativo ante este juzgado en el que solicitaba que se anulase el cierre del Camp Nou, después de que el Comité Español de Disciplina Deportiva (CEDD) ratificase la sanción impuesta por el Comité de Competición de la Real federación Espñola de Fútbol y, posteriormente, por el Comité de Apelación de esta entidad federativa. La entidad catalana reclamaba ante el juez que, mientras que no se emitiese una sentencia definitiva, se suspendiera cautelarmente la orden de clausura del Camp Nou.

En el escrito presentado por el Barcelona, la entidad catalana apelaba al artículo 24.1 de la Constitución Española, que hace referencia a que todas las personas "tienen derecho a obtener la tutela efectiva de los jueces y los tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, sin que pueda producirse indefensión".

Lleida era la alternativa

El Barcelona había previsto designar el Camp d'Esports de Lleida como terreno alternativo al Camp Nou, en el caso de que el juez no hubiese concedido la suspensión cautelar. En el comunicado remitido hoy a los medios de comunicación, el conjunto catalán subraya que acepta "con gran satisfacción la resolución judicial" y señala que por respeto "a la independencia judicial" continuará "sin realizar declaraciones acerca de este asunto".

El pulso mantenido por el Barcelona contra la suspensión de su estadio ha crispado las relaciones entre la Federación Española de Fútbol y la entidad catalana, pues el organismo ha emplazado en diversas ocasiones, no sólo a designar un feudo alternativo, sino a cumplir la sanción que ratificó el Comité Español de Disciplina Deportiva.

No obstante, contra esta sanción, el Barcelona podía presentar un recuso de reposición en un periodo de un mes, al que se acogió ante la negativa federativa. Después de diversas reuniones entre el club y la Federación Española, la entidad catalana decidió recurrir a la administración ordinaria para salvaguardar sus "derechos constitucionales", como argumentó el club.

Ahora, con la suspensión cautelar, el Barcelona espera que la Delegación del Gobierno en Cataluña sancione la multa impuesta al Barca con 70.000 euros, y propuesta por la Comisión Antiviolencia, lo que permitiría a la entidad catalana afrontar la situación con clara ventaja. De recibir la sanción económica, el club entendería que dos organismos no pueden sancionarle por el mismo hecho, lo que, a su entender, podría evitar el cierre del estadio.