El duelo entre las hermanas Williams se salda a favor de Serena
El partido ha estado plagado de errores y nervios por parte de las dos jugadoras
La estadounidense Serena Williams se ha impuesto a su hermana Venus en la final femenina del torneo de Roland Garros por 7-5 y 6-3 adjudicándose así el segundo Gran Slam de su carrera después del título conseguido en 1999 en el Abierto de Estados Unidos.
La menor de las Williams se ha tomado de este modo la revancha de la final del open USA del pasado año en que fue derrotada por su hermana por 6-2 y 6-4.
El partido, que ha durado una hora y 31 minutos, ha estado plagado de errores y nervios por parte de las dos jugadoras y, aunque ha sido agresivo como corresponde al estilo de las hermanas, no ha sido brillante. Serena ha realizado 54 fallos no forzados, mientras que su hermana ha cometido 47.
Serena ha comenzado muy fuerte la final rompiendo el servicio a Venus en el primer juego del partido, merced al nerviosismo de ésta en el saque, lo que se ha traducido en varias dobles faltas consecutivas, aunque posteriormente, Venus le ha devuelto la moneda en el cuarto juego de partido retomando el control del choque.
El juego directo de ambas jugadoras basado en su fortaleza física ha hecho que cada pelota fuese disputada a muerte. Y así en otro break de la mayor de las Williams, ésta ha situado un inquietante 2-4, aunque a partir de este momento el encuentro ha entrado en la dinámica de roturas constantes del servicio por parte de ambas jugadoras.
Pero Serena ha doblegado a su rival y con dos breaks decisivos en el noveno y undécimo juego se llevó la primera manga, merced a la seriedad de su posterior servicio en el que aprovechó la primera bola de set a su favor.
Nueve dobles faltas
En el comienzo de la segunda manga, el potente juego de Serena no se ha visto mermado ni un ápice y con mucha seguridad ha situado un 3-0 en el marcador que casi dio por finiquitado el encuentro. No fue el día de Venus Williams con su primer servicio, e incluso llegó a acumular nueve dobles faltas. Sin embargo, Venus ha tomado aire y se metió de nuevo en el partido rompiendo el saque de Serena y remontando hasta el 4-2 con un juego en blanco (0-40).
Cuando todos los espectadores esperaban que el marcador se igualase y así poder disfrutar de un nuevo y definitivo set, se impuso la ley de Serena. Así ha aprovechado su servicio, se ha puesto 5-3 y no ha dado opción a Venus ni siquiera de recortar un juego más. Las últimas acciones de la nueva campeona de Roland Garros han despertado la admiración del público, pues además de mucha potencia, ha demostrado tener también una excelente precisión, como en la bola cruzada cerca de la red que puso el 15-30 en el noveno y, a la postre, definitivo juego del partido.
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