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Crónica:Roland Garros | TENIS
Crónica
Texto informativo con interpretación

La profecía del padre

Venus y Serena Williams disputan hoy la final femenina ya como primeras del mundo

Cuando aún no habían nacido, las dos hermanas Williams, Venus y Serena, estaban ya predestinadas a ser dos buenas jugadoras de tenis. Así se lo comunicó Richard, el futuro padre, a su esposa Oracene, que estaba limpiando los platos tras la cena en la cocina. La respuesta de la madre fue la propia de cualquier ama de casa que pasa penurias y sabe que los sueños suelen nacer y morir en la misma noche. Pero Richard lo decía en serio.

Cuando Venus tenía 11 años y Serena 10 jugaban ya al tenis bajo la dirección de Richard, pero no habían referencias sobre su calidad, puesto que su padre apenas las dejaba competir. Cuando Venus comenzó a jugar competición en California donde había nacido, encadenó largas series de victorias, más por su excelente condición física y su atlética musculatura que por la calidad de su tenis. Pero Richard ya anunció entonces que no veía a nadie capaz de frenar la escalada de sus dos hijas hasta el primer y segundopuestos mundiales. Se le tomó por un loco iluminado. Sin embargo, ahora resulta que todas aquellas profecías se están cumpliendo. El lunes, tras Roland Garros, Venus será la número uno y Serena la dos. Acierto total aunque llega un par de años más tarde de lo previsto por Richard. Y en el camino hacia su coronación han logrado ya nada menos que cinco títulos del Grand Slam (cuatro Venus y uno Serena).

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Se han enfrentado ocho veces y una de ellas en una final de Grand Slam. Hoy será la segunda. No es algo que les guste. A su padre, más bien, que incluso ha intentado evitar, por consejo de un psicólogo, que sus dos hijas jueguen los mismos torneos. Pero en los grandes ha aido ienvitable. La primera vez que chocaron en una final fue en Cayo Vizcaíno (Florida), en 1999. Y Richard montó un espectáculo inimaginable y ridículo. Sacó varios carteles lanzando comunicados a sus familiares, a sus hijas, a la televisión y a los americanos. El primero decía: 'Bienvenidos a la fiesta de la familia Williams'.

La fiesta prosiguió, pero el año pasado, debían enfrentarse en las semifinales de Indian Wells y Venus se retiró por una lesión que el público no entendió. Las críticas hacia la familia fueron feroces y dañaron irremisiblemente su imagen. Después, también el año pasado, se especuló con que el propio Richard había decidido cuál de las dos hermanas iba a ganar la final del Open de Estados Unidos. Fue Venus.

Ahora, en Roland Garros, no hay especulaciones, puesto que Richard, separado de su esposa, no ha viajado a Europa. De los objetivos que se había planteado el padre ha fracasado, al menos, en uno. LLa unidad familiar se ha roto. El padre fue acusado incluso de agredir a su esposa. Pero todo esto no contará en París.

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