Barcelona y Estudiantes jugarán la primera semifinal

El FC Barcelona, vigente campeón, se ha convertido en el primer semifinalista de la Copa del Rey al imponerse en los cuartos de final al Caja San Fernando por 73-66. Los de Aíto García Reneses se medirán en las semifinales al Adecco Estudiantes, que ha vencido por 78-75 al Real Madrid.

La primera jornada copera en el Fernando Buesa Arena no ha sido muy brillante. Las penurias del Barcelona y del Caja San Fernando, protagonistas de la eliminatoria a priori más desequilibrada de los cuartos, desaparecieron en las redes de las lesiones que sacuden la línea interior de ambos equipos y el mal momento de juego que les ha acompañado a Vitoria.

Los andaluces, con el canadiense Peter Guarasci y el germano-estadounidense Joey Beard fuera de servicio, han apostado por jugar con cuatro bajos y un solo pívot puro, la misma opción elegida por Aíto García Reneses, acosado por los problemas de espalda de Roberto Dueñas y el maltrecho menisco del griego Efthimios Rentzias.

Salva Guardia y Alfons Alzamora ocuparon los espacios debajo del aro en sus respectivas formaciones. Para acompañarles, dos 'treses' dotados de versatilidad para colocarse cerca de la canasta, el francés Thierry Gadou y el alemán Ademola Okulaja.

A ninguno le ha funcionado bien la maniobra. El Caja San Fernando ha fallado todo lo que ha lanzado sobre la cesta catalana en los cinco primeros minutos. Mientras, el Barcelona sacaba petróleo del bache andaluz, pero sin ninguna consistencia (6-1). El partido se diluía sin remedio en medio de dos conjuntos encasquillados en sus propias miserias.

Medio periodo en blanco

Nada por dentro y poco por fuera. Así podía resumirse la presentación copera en Vitoria, marcada por un primer cuarto dedicado exclusivamente desde los banquillos a la búsqueda de soluciones para encontrar algo de baloncesto en sus cincos.

El Caja San Fernando ha abierto la veta por medio de sus nacionales, que han descongestionado el perímetro y han tenido tiempo de acortar distancias pese a haber pasado medio periodo blanco (14-12). El partido, pese a todo, caminaba directo hacia la más absoluta de las mediocridades.

Entonces surgió la chispa que cambió todo. El estadounidense Antonio Granger ha adelantado a los sevillanos por primera vez a los trece minutos y ha revolucionado a su compatriota Corey Brewer, que ha completado un parcial de 0-9 a base de triples para frenar en seco a los azulgranas (24-33).

El Barcelona ha tenido arrestos para limar casi toda la diferencia, aunque no ha podido impedir un nuevo triple del norteamericano que ha dejado el resultado del descanso a favor del Caja. Los quince puntos anotados por Brewer habían salvado al conjunto sevillano, pero también el partido.

Es más, los barcelonistas captaron el aviso claramente y regresaron a la cancha conscientes de que la eliminatoria estaba en peligro. Han tirado de Rentzias, que les ha mantenido a flote, y han apretado en defensa para recuperar el control, en primer lugar, del ritmo del choque y, en segundo término, del marcador.

El asalto ha acabado con un triple de diferencia (50-47). Faltaba el último periodo y, como suele suceder en estos casos, el temor a la derrota ha reducido la producción ofensiva a esporádicos picos en un encefalograma raquítico.

Además, el Caja ha despedido a Brewer por personales cinco minutos antes de la bocina. Por suerte para Crespi y los suyos Juan Carlos Navarro apenas ha pisado el parqué, y eso que sus últimas intervenciones han salvado al Barca de muchos quebraderos de cabeza en la ACB y en la Euroliga.

De cualquier forma, la brecha abierta por los catalanes en el tercer cuarto continuaba intacta y el tiempo corría implacable en beneficio del Barcelona. El Caja ha encontrado margen para lanzar una andanada final que le ha mantenido vivo, aunque el francés Alain Digbeu le ha dado la puntilla con el triple que ha sellado el triunfo barcelonista unos segundos antes del final.

Estudiantes manda a casa al Real Madrid

El segundo partido de la jornada tampoco ha sido precisamente espectacular. Estudiantes y Real Madrid se han mostrado nerviosos, imprecisos y sin rumbo. Durante los dos primeros cuartos, los hombres de Scariolo han liderado el marcador, pero su liderazgo era cualquier cosa menos consistente.

Los dos equipos se olvidaron del tiro exterior y, sorprendentemente, en los primeros compases del partido los pívots blancos dominaron a los hermanos Reyes.

Todo cambió en la segunda mitad, en la que tan sólo Djordjevic se encargó de mantener vivo al Real Madrid. El balcánico se encargó de dirigir y anotar en un equipo que nota en exceso sus pasos por el banquillo.

En cambio, el Estudiantes hizo lo que debía. Apretó en defensa, comenzó a correr, y se hizo dueño del rebote de ataque. La ventaja a favor de los estudiantiles siempre fue escasa, pero no peligró en exceso. Al final, el marcador reflejó un 78-75 para los del Ramiro de Maeztu. El Real Madrid de baloncesto parece no estar muy preparado para aportar títulos al Centenario.